Entrevista a David Álvarez, coautor del documental «Los últimos dragones de Oviedo» junto a Jorge Chachero.

En Bicheando.net te traemos hoy, para inaugurar nuestra serie de entrevistas bicheras en 2017, una interesante entrevista a David Álvarez, que junto a Jorge Chachero han presentado hace poco el maravilloso documental «Los últimos dragones de Oviedo», una película que nos acerca a las últimas poblaciones de salamandra común que siguen habitando hoy en día en ecosistemas urbanos, en este caso la ciudad de Oviedo, desde la fundación de la ciudad en el siglo VIII.

David es Doctor en Biología por la Universidad de Oviedo. Ha trabajado como investigador en varios centros españoles y extranjeros, como en la Universidad de Glasgow, donde tuvo una beca postdoctoral entre 2002 y 2005. Actualmente alterna la investigación con el trabajos como consultor medioambiental. Ha publicado más de 30 artículos científicos, varios libros y artículos divulgativos y es el responsable del blog y la página de Facebook “Naturaleza Cantábrica”.

Vamos a sumergirnos en el proceso de creación y grabación de este gran documental y a conocer un poco mejor a sus creadores…

Buenos días David, muchas gracias por concedernos esta interesantísima entrevista… y hablando de agradecimientos, a quién va dedicado este estupendo documental y a quién tienes que agradecer su ayuda o consejo para haber podido llevar a cabo con éxito éste reportaje.

Gracias a vosotros. Pues este documental va dedicado a todas las personas que hicieron posible que pudiéramos sacarlo adelante, desde los amigos que nos animaron, a los investigadores que trabajan con las salamandras y por supuesto al Ayuntamiento de Oviedo que lo hizo posible.

Jorge Chachero probando la cámara, en Oviedo…

Que rodáramos el documental fue fruto de un cúmulo de casualidades. Un día me encontré en una sidrería con un concejal del ayuntamiento de Oviedo y literalmente le asalté para contarle la historia de las salamandras de la ciudad. No tenía nada que perder y en ese momento estábamos haciendo un estudio genético sobre la población y como suele ocurrir apenas teníamos financiación para llevar a cabo los análisis.

Le comenté que al tratase un tema muy relacionado con la ciudad podría resultar interesante y si había alguna convocatoria de ayudas municipales para poder llevarlo a cabo.

El caso es que le interesó la idea y a partir de ahí tuvimos varias reuniones y el tema de las salamandras llegó al pleno del ayuntamiento.

Al final no conseguimos el dinero para el estudio científico (afortunadamente se pudo conseguir después) pero nos dieron una pequeña ayuda para realizar este proyecto divulgativo.

¿Porque teníais esta inquietud? ¿Hace mucho que lo teníais en mente?

El tema de las salamandras siempre me llamó la atención. Tanto su historia, como su significado mitológico, como su biología, y sobre todo la relación de estos animales con la ciudad.

Primer plano de una bonita variedad amarilla de Salamandra común. Créditos: David Álvarez.

Hacía tiempo había visto un pequeño reportaje sobre unos alemanes que venían a Oviedo para ver las salamandras y pensé que nosotros podríamos hacer algo mejor contando toda la historia. Y al final salió adelante.

Si, ese documental a mi también me impresionó… ¿Cuál ha sido tu función principal en el documental «Los últimos dragones de Oviedo.»?

Yo he participado sobre todo en la elaboración del guion y en el desarrollo de la historia. Jorge ha llevado el peso de la parte más técnica, de la grabación y el montaje.

David en compañía de Marcos Cabal, autor de la banda sonora y los efectos sonoros.

Cuéntanos quien eres, en qué trabajas actualmente y si esto de tus redes sociales y documentales es hobby o profesión (o ambas) jeje.

Yo soy doctor en biología y durante muchos años me he dedicado a la investigación y a la docencia en la Universidad. Desde hace unos 5 años trabajo como consultor ambiental, realizando trabajos relacionados con la conservación de especies, censos, etc. De todas formas no he abandonado la investigación y durante estos años he seguido participando en algunos proyectos con otros amigos investigadores y publicando algunos artículos, sobre todo sobre anfibios y aves marinas.

Lo de las redes sociales también empezó por casualidad, nunca lo consideré una profesión, sino una manera de divulgar las cosas que me interesaban.

El tema de los documentales por ahora es más hobby que profesión, pero nunca se sabe lo que puede pasar en el futuro. Nos gustaría a los dos podernos dedicar profesionalmente a esto, pero somos conscientes de que es prácticamente imposible.

Jorge, en pleno trabajo de campo…

Muchas veces la gente se pregunta si cuesta mucho realizar un documental de estas características, ¿Nos puedes dar alguna cifra en tiempo, dinero, recursos, etc.?

Es muy difícil dar una cifra, porque depende mucho del documental que quieras hacer, la especie con la que trabajes y los lugares a donde quieras ir a grabar.

En el caso de “Los últimos dragones de Oviedo” no tuvimos que desplazarnos muy lejos y eso fue una ventaja. Todo el proceso, desde elaboración del guión, grabación, montaje, locución, etc. llevó aproximadamente un año. Muchos de los recursos, como cámaras, drones y ordenadores ya los tenía Jorge, por lo que gran parte de la inversión ya estaba hecha.

Muchas horas a la intemperie… Todo por la causa…

A pesar de todo tuvimos que comprar material específico para algunas cosas. Y luego están los días de grabación, que fueron muchos. No sabría decirte exactamente cuánto dinero costó hacer todo el documental, porque no hemos calculado el coste de las horas de trabajo, pero por dar una cifra podría rondar los 10.000 euros.

La verdad es que es poco y cualquier Ayuntamiento de España bien podría destinar este tipo de recursos a estas acciones. Será cuestión de que los ciudadanos y profesionales den la tabarra como tú hiciste para visibilizar esta otra naturaleza tan desconocida…

En tu caso, el documental está patrocinado por la Fundación Municipal de Cultura del Ayuntamiento de Oviedo. ¿Tuvisteis el apoyo necesario de las administraciones y el ayuntamiento desde el principio? ¿Has echado de menos algo en éste ámbito?

En este caso no tenemos ninguna queja, más bien todo lo contrario. Es cierto que hubo algunos grupos municipales que no vieron con buenos ojos que se gastara el dinero en un “documental sobre esos bichos”, pero al final creo que todos, incluso los más críticos, quedaron contentos con el resultado.

Desde el primer momento tuvimos el apoyo del concejal de cultura del Ayuntamiento de Oviedo, Roberto Sánchez Ramos y de Juan Vega, el director de la Fundación Municipal de Cultura. Estoy seguro de que si no fuera por ese apoyo y su interés, no hubiéramos podido hacer el documental.

Además de apoyo habéis tenido ya reconocimientos… como el Trofeo BICC Ronda-Madrid-México 2016 a la mejor película valorada por el público en la 28º Edición de la Bienal de Cine Científico de Ronda.Es estupendo, ¿verdad? ¿lo vais a llevar a algún otro festival?

Lo del premio de Ronda fue una sorpresa. Presentamos el documental poco después de terminarlo y cuando nos dijeron que éramos finalistas ya lo consideramos un premio. Lo que menos nos imaginábamos es que entre tantas películas, de varios países y de temas muy variados, fuéramos a ganar el premio del público.

Larva acuática de salamandra común. En la ciudad de Oviedo las larvas nacen completamente metamorfoseadas.

Lo cierto es que tendríamos que movernos más y mandarlo a otros festivales, pero tampoco tenemos mucho tiempo. Tienes que tener en cuenta que aparte del documental tanto Jorge como yo tenemos otros trabajos y esto lo hacemos en nuestro tiempo libre. De todas formas, creo que lo presentaremos a alguno más.

Y en cuanto al equipo… ¿cuántas personas han participado en el documental, entre cámaras, fotógrafos, guionistas, postproducción, biólogos etc.?

El grueso del trabajo lo realizamos entre Jorge y yo. Desde la redacción del guion a la filmación y el montaje. Jorge ya tenía experiencia como documentalista y como cámara tanto en tierra firme como debajo del agua y también se ha encargado del montaje y la postproducción. Él ha realizado una serie documental sobre el mar Cantábrico que es una gozada, y que ya ha sido emitida por la segunda cadena de TVE y tiene más proyectos terminados, sobre todo sobre la mar.

David, cuidando de una salamandra para el rodaje…

En otras partes del documental fue necesario contar con otras personas, como Marcos Cabal, que se encargó de realizar la banda sonora y los efectos de sonido y los 3 locutores que grabaron para los tres idiomas en los que lo presentamos: Miguel Angel Paniagua (castellano), Stephen Hughes (inglés) y Antón Caamaño (asturiano).

Además de la parte técnica, detrás del documental hay un importante trabajo científico. El mayor peso de esta parte, sobre todo la de genética, lo llevaron Guillermo Velo-Antón y André Lourenço, del CIBIO – Research Centre in Biodiversity and Genetic Resources, dependiente de la Universidad de Oporto, en Portugal.

Hace tan solo un par de semanas nos han aceptado un artículo en Molecular Ecology, una de las revistas científicas más importantes en ese campo, sobre la historia genética de las salamandras de Oviedo.

Respecto a la gente de «a pié» y la aceptación del proyecto por parte de la ciudadanía y los medios, ¿estáis contentos?

Muy contentos, no nos esperábamos esa respuesta por parte del público. Cuando estrenamos el documental en el Teatro Filarmónica de Oviedo fueron 600 personas. Un número increíble para el estreno de un documental y más increíble aún para un documental sobre salamandras.

Algunas poblaciones de salamandra común paren crías vivas; son «larvíparas» o «vivíparas»…

La respuesta de la gente ha sido muy buena y la de los niños en particular fue mejor aún. Hay algunos alumnos de colegios de Oviedo que tienen salamandras en el patio y que gracias al documental las protegen y como dicen ellos, “las cuidan”. Solo por eso ya merece la pena haber hecho la película

Y qué tal fue el rodaje y el proceso de grabación, ¿Muchas noches a la intemperie? ¿Qué ha sido lo peor y lo mejor de todo, si se puede decir así?

El proceso de rodaje fue bastante bien, sin demasiados percances aunque con los problemas lógicos con los que te encuentras al hacer un documental de animales. Uno de los problemas con los que nos encontramos es que la época de máxima actividad de las salamandras, cuando tienen lugar los partos y los apareamientos es el otoño.

Las noches húmedas o lluviosas con las ideales para disfrutar de estos duendecillos en Oviedo.

Ellas salen las noches de lluvia y no demasiado frías. Pues los dos últimos otoños fueron extremadamente secos, sin apenas precipitaciones, y lo que parecía más sencillo, que era grabar a las salamandras por la noche se complicó, por la simple razón de que no las encontrábamos. Tuvimos que salir muchas noches en las que no las encontramos, pero siempre se aprovecha el tiempo para grabar recursos: gente, luces de la ciudad, lluvia, etc. También hubo varios días de rodaje fuera de Oviedo, en el monte, en la nieve, con los drones.

No creo que haya una parte mala, quizás partes más aburridas, como el montaje. Cuando quieres ver el resultado final y todo se retrasa. Lo mejor, sin duda haber trabajado mano a mano con Jorge en este proyecto común. Nos conocemos hace muchos años y ha sigo un gustazo compartir esta experiencia con él.

¿Alguna anécdota que recuerdes y se pueda contar..?

Hubo muchas anécdotas, pero quizás la más curiosa fue cuando fuimos a grabar dentro del Monasterio de San Pelayo, donde se asienta una de las poblaciones más singulares de salamandras de la ciudad, que lleva aislada más de 1000 años entre los muros de ese monasterio.

La iluminación ha de ser perfecta con estos animales tan pequeños…

Ten en cuenta de que se trata de un monasterio de clausura en el que muchas de las monjas no salen nunca y en el que no puede entrar la gente de fuera salvo en circunstancias muy especiales.

Cuando empezamos el trabajo científico, en el que yo quería conseguir una muestra de salamandras del monasterio, porque era consciente de su aislamiento,

llamé a la Abadesa del convento, Rosario del Camino, para concertar una cita con ella y comentarle el tema.

Aunque al principio quedó un poco sorprendida, al final me dio permiso para entrar y hacer el muestreo y todo salió muy bien. A partir de ese momento nos vimos varias veces para hablar de salamandras y siempre nos dio todas las facilidades para el trabajo y mostró mucho interés.

Cuando surgió la posibilidad de grabar el documental volvimos a hablar con ella y primero nos dijo que solo podríamos grabar los patios pero que lo de grabar a las monjas no lo tenía muy claro y dependía de que ellas quisieran. El caso es que grabamos durante una tarde pero nos faltaba lo que queríamos, que era la imagen de una monja caminando por el monasterio. Y al final una de ellas, tan amable como el resto, accedió a que la grabáramos y tuvo la paciencia de repetir la escena unas cuantas veces.

David, preparando el setup para rodar la escena final del parto de la salamandra…

La verdad que nosotros en Bicheando.net sentimos una especial atracción por el género salamandra s. las leyendas que rodean a este animal desde la antigüedad, así como las singularidades de cada una de las subespecies de salamandra de la península ibérica son alucinantes para cualquier aficionado a la herpetología. ¿Te acuerdas cuando fue tu primer encuentro con una salamandra..?

Si te digo la verdad no lo recuerdo, seguramente de niño, porque es un animal bastante abundante. Lo que si me acuerdo es cuando vi la primera en Oviedo. Tendría unos 18 años y estaba una noche de copas con los amigos por el casco antiguo. Y de repente, en medio de la calle, al lado de la catedral me encontré con una de ellas. Me quedé tan sorprendido de verla en medio de la ciudad que recuerdo cogerla y ponerla en un pequeño jardín que había cerca. Después de ese día me puse a buscar en libros (de aquella no había internet, ahora sería mucho más fácil) y encontré las primeras referencias a “la salamandra de Oviedo”.

¿Cuál es la especie autóctona de hérpeto para tí, en general, que más te atrae, como investigador?

La primera especie con la que trabajé como investigador fue el Sapillo pintojo (Discoglossus galganoi) y como ha ocurrido muchas veces en mi vida, por pura casualidad. Encontramos unos renacuajos en un charco cuando yo había empezado a ir por el departamento y decidimos hacer un experimento para ver el efecto de la dieta en el crecimiento y la metamorfosis. A partir de esos trabajos publiqué mis dos primeros trabajos científicos “serios” en revistas internacionales, uno en Functional Ecology y otro en Oecología.

Luego trabajé en varios proyectos de investigación con anfibios y sobre todo con la Rana bermeja (Rana temporaria) sobre los efectos del cambio climático en las poblaciones de montaña, sobre plasticidad fenotípica y depredación. También hice algunas cosas con Sapo común y últimamente con las salamandras.

¿Hay todavía alguna especie española que todavía no hayas podido observar en la naturaleza y te mueres de ganas de verla?

Sin duda la Víbora hocicuda. Me encantan las víboras pero donde yo vivo solo tenemos la Víbora de Seoane. Las víboras me parecen unos animales preciosos, en general la mayoría de las serpientes, pero las víboras más.

Víbora hocicuda (Vipera latastei) Créditos: Alejandro García

Cambiando de tema… Nos gusta mucho el proyecto del que eres creador www.naturaleacantabrica.es y su perfil en Facebook y te seguimos asiduamente. Tiene contenidos de protesta sobre las barbaridades que se comenten contra la herpetofauna y la naturaleza en general. ¿Qué opinión tienes del status actual de protección y conservación de la biodiversidad en España y la Península Ibérica?

A pesar del estatus de protección del que gozan la mayoría de las especies de anfibios y reptiles, lo cierto es que no les sirve de mucho para garantizar su conservación.

Página web de Naturaleza Cantábrica

Los anfibios mueren a miles atropellados en las carreteras y en el caso de las serpientes o incluso las salamandras, aparte de la mortalidad natural, si alguna se cruza con un ser humano tiene muchas probabilidades de morir apaleada, independientemente de si está protegida o no.

¿Qué se podría hacer, en términos políticos y de las administraciones para mejorar este panorama?

Yo creo que la mejor estrategia para conservar nuestros anfibios y reptiles es la educación, sobre todo de los niños. Si ellos se dan cuenta de que aparte de ser unos animales muy útiles, tienen una biología fascinante y muchos de ellos son más bonitos que muchas aves o mamíferos, puede que la cosa cambie. Sin educación, desde casa, desde el colegio o desde las administraciones, seguiremos como hasta ahora.

¿Y qué podemos hacer cada uno de nosotros para ayudar a conservar más y mejor nuestros ecosistemas, fauna y flora?

Ser respetuoso con el medio ambiente y con los animales en general. Hay cosas tan lógicas, como no tirar basura al campo que no creo que haga falta repetirlo más. En el caso concreto de los anfibios, estamos ante un grave problema, que es el de las enfermedades emergentes, sobre todo la quitridiomicosis y los ranavirus, que está teniendo un efecto dramático sobre algunas especies como los sapos parteros.

El contagio de estas enfermedades se produce en muchas ocasiones al moverse de unas charcas a otras. Puede bastar incluso con no lavar las botas y entrar en dos charcas seguidas para transmitir la enfermedad.

A poder ser hay que evitar coger los anfibios con las manos y si fuera necesario se recomienda lavarse bien después. Si estáis interesados en el tema, hay mucha información en la red que se puede consultar libremente.

¿Crees que hay demasiada distancia entre los biólogos de carrera y los aficionados a la herpetología o los naturalistas? ¿crees que podrían colaborar más? ¿y valorarse unos a otros más?

Puede que sí, aunque siendo realistas, yo creo que en el caso de los herpetólogos la distancia entre aficionados e investigadores es menor que con otras especies. Un ejemplo lo tienes en el Servidor de Información de Anfibios y Reptiles de España (SIARE) que lleva la Asociación Herpetológica Española.

Creo que el trabajo de la Asociación tanto en la difusión del conocimiento gracias a sus magníficas publicaciones, como el papel en involucrar a científicos y aficionados en un proyecto como el SIARE es impecable.

La ciencia ciudadana es muy importante en este caso, proyectos de gran magnitud, como la elaboración de una base de datos de presencia, sobre fenología, sobre atropellos, etc, serían impensables sin la colaboración de los aficionados.

Ojalá que hubiera más colaboración y sobre todo que hubiera más divulgación del trabajo científico hacia los aficionados a la herpetología y al público en general. Pero soy optimista y creo que cada vez esa colaboración va a ir a más.

¿Bicheas mucho últimamente? ¿Qué zonas te gustan más? ¿Cuales te gustaría conocer?

Menos de lo que quisiera. Las zonas que más visito son las que tengo más cerca, sobre todo la costa y la cordillera. Aparte de los anfibios y reptiles, siempre fui muy bichero, y me gustan desde las aves a los mamíferos, a los insectos y los peces. De hecho, el verano pasado empecé a bucear con botellas y me pareció algo alucinante.

En cuanto a anfibios y reptiles, por ahora tengo pendiente un viaje en busca de la víbora hocicuda y también me gustaría visitar otra vez la selva de Centroamérica para ver dendrobátidos. Hace casi 10 años estuve en Costa Rica y me encantó.

Tenemos curiosidad e saber que opináis los científicos y divulgadores del televisivo Frank Cuesta. N0 es una pregunta trampa, jeje

Pues aunque no te lo creas nunca vi un programa entero de Frank Cuesta, solo vi alguna cosa en Youtube. Creo que hace una buena labor para dar a conocer algunos animales, como los reptiles, pero yo sigo siendo más clásico y me quedo con los de Attemborough, no te voy a engañar.

Por otra parte, algunas de las cosas que hacía con los bichos me parecieron demasiado circenses, y no me gustaron mucho. Aun así ya te digo que no conozco demasiado sobre él.

Ya terminando… la pregunta del millón que siempre hacemos al terminar la entrevista. ¿En que hérpeto te gustaría reencarnarte en tu próxima vida y por qué? 🙂

Pues ahí sí que me has pillado porque nunca lo había pensado…

Ser un hérpeto en España, sobre todo una serpiente, es una putada, así que puestos a imaginar no estaría mal reencarnarme en un Dragón de Komodo, pasearte por la playas de Indonesia sin que nadie te tosa, comer un búfalo de vez en cuando, tumbarte al sol sin pensar que va a llegar otro bicho a tocarte las narices…

Créditos: BBC.com.uk

Y por último… ¿Qué proyectos tienes para el futuro en cuanto a la realización de documentales? ¿Y en términos de investigación?

En cuanto a los documentales, estamos preparando uno sobre el Salmón atlántico y su historia y biología. Lo tenemos bastante avanzado pero necesitamos meterle un empujón. A ver si con suerte lo conseguimos acabar este año.

En términos de investigación, tenemos algunas cosas pendientes con las salamandras urbanas y también algún proyecto con otra de las especies con las que llevo trabajando toda mi vida, el cormorán moñudo, un ave marina.

Muchísimas gracias por dedicarnos tu tiempo, David. Mucha suerte con el Documental y con tu profesión y un honor haberte tenido hoy aquí.

Muchas gracias a vosotros, ha sido un placer.

Si quieres ver el documental «Los últimos dragones de Oviedo» y apoyar estas iniciativas divulgativas puedes comprar el DVD por solo 8€ en este enlace.

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DVD «Los últimos dragones de Oviedo»

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