10 consejos para mejorar tus fotografías de anfibios y reptiles. Parte II

Si ya has leído nuestra primera parte sobre consejos para mejorar tus fotografías de anfibios y reptiles, aquí seguimos con los 5 consejos restantes…

6.- Prueba con el «Efecto bokeh».

A veces, existen rayos de luz o puntos luminosos que hay detrás del reptil o anfibio a fotografiar, con los que puedes «jugar» y probar a crear el llamado «efecto bokeh«.

Sapo corredor (Epidalea calamita) fotografiado en ángulo bajo con efecto bokeh. Si te fijas, puedes ver cómo, jugando con la distancia focal y profundidad de campo hemos conseguido que los espacios de luz entre las hojas adopten forma de círculos luminosos.

El Bokeh es el efecto óptico mediante el cual enfocamos bien al animal y dejamos el resto de los elementos desenfocados. Y específicamente se denomina Bokeh a aquellas fotos en las que aparecen lucecitas o circulitos luminosos en la zona desenfocada.

Aquí puedes observar el efecto bokeh más potenciado que en la imagen anterior, ya que la distancia entre el lagarto ocelado (Timón lepidus) y la foresta del fondo era mayor…

Es un efecto realmente bonito que solo requiere dos cosas:

  1. Primero, que el paisaje pueda permitirte dicho efecto. Bien prueba en un bosque con arboleda y frondosidad suficiente, por donde se cuelen rayos de luz, o bien con una ciudad de fondo, al anochecer.
  2. Segundo, que tu cámara permita una gran apertura de diafragma de f/1.4. hasta f/5.7 o similar. Cuanto más reducido sea este valor f/, mejor. Si no tienes un objetivo de gran apertura intenta utilizar cualquier objetivo con una distancia focal larga (200 mm o 250 mm).

7.- Los reflejos «acuáticos» son tus aliados.

Muchos anfibios o reptiles se encuentran en charcas o medios acuáticos en la mayoría de las ocasiones. Más allá de parecer esto un handicap, es una oportunidad para conseguir instantáneas originales e impactantes, usando como base el reflejo de su figura en el medio acuático.

No hay nada más bonito que una imagen «doble» de una rana o serpiente en la superficie del agua o bien una instantánea de un lagarto que se ha pasado a beber por la charca.

El reflejo puede ser limpio o turbio, tener más o menos elementos en la composición, pero el resultado puede ser realmente bonito, ¿verdad?!

Reflejo de sapo corredor (Epidalea calamita) en una charca.

Reflejo de sapo corredor (Epidalea calamita) en una charca.

Truco bichero: Recuerda que cuando más abajo y a nivel del agua estés, más reflejo conseguirás. Igualmente piensa que un reflejo en una superficie mojada (carretera) o en un cristal, puede resultar muy interesante.

8.- Prueba a destacar el contraste o mimetismo.

Destacar el contraste de un animal con su entorno (ej: salamandra), o por el contrario su capacidad de camuflarse (ej: camaleón), es otra forma de conseguir interesantísimas instantáneas de un anfibio o reptil.

En este ejemplo puedes ver la comparativa entre una especie aposemática (Salamandra comùn) y otra mimética (Tritón jaspeado). Aprovechar la vegetación circundante para resaltar una u otra característica puede hacer que el resultado final sea gratificante.

Hay animales que destacan por si mismos por su aposematismo (llaman la atención indicando que son venenosos) como la salamandra común, y son fáciles de fotografiar. ¡Siempre intenta resaltar esos maravillosos colores!

Salamandra común (Salamandra salamandra gallaica)

Salamandra común (Salamandra salamandra gallaica)

Otros sin embargo, tienden a reproducir los colores de su entorno (mimetismo) y se camuflan así de forma pasiva de los potenciales depredadores. Es una oportunidad para crear una interesante composición…

Ejemplo de mimetismo de una rana bermeja (Rana temporaria) entre las hojas…

Ejemplo de camuflaje de una salamanquesa común (Tarentola maurantiaca) con el entorno…

Truco bichero: Intenta captar a un anfibio o reptil en el momento de enterrarse y muestra solo parte del mismo, o sólo los ojos.

 9.- Perfila y contrasta, para sorprender.

A veces, sobre todo al atardecer, tienes la oportunidad de aprovechar la caída del sol o la salida de la luna para destacar como nunca.

Un consejo es alinearte detrás del animal y probar a contrastarlo contra el sol. Con una menor intensidad de la luz y el ángulo adecuado, podrás «dibujar» un perfil contrastado del animal y la fotografía quedará muy bonita, como en los siguientes ejemplos.

Preciosa puesta de sol protagonizada por un camaleón común (Chamaeleo chamaeleon), cortesía de Seba Gómez Ramírez.

¿Cómo conseguir este perfilado y contraste? Configura una velocidad de obturación o disparo muy alta (1/250 o más) y una profundidad de campo también alta (en este caso, ojo que el número “f” debe ser bajo, tipo f/18 o f/20).  Y por último, ajusta el balance de blancos de tu cámara en modo día o soleado si te es posible.

Ejemplo de camaleón común (Chamaeleo chamaeleon) donde el autor a buscado una composición creativa, con el sol en el espacio circular de la cola del animal…

La mayoría de estas imágenes están retocadas posteriormente en Photoshop o algún otro software, para potenciar los tonos y la intensidad de los colores dorados u oscuros del ambiente. Con estos ajustes ante una foto tan radical, puede que una foto que en la cámara no te gustase, después te sorprenda.

Sapo corredor (epidalea calamita) en el borde de una charca a la caída del sol.

Sapo corredor (Epidalea calamita) en el borde de una charca a la caída del sol.

Y siempre, a falta de astros, puedes sorprender aprovechando otro tipo de fuente de luz urbana o artificial. A veces es cuestión de estar atento y tener suerte.

Truco bichero: ¡prueba a no usar flash por la noche! Todos llevamos linternas de noche, así que una forma de sacar fotografías originales es dejar inactivo el flash de tu cámara y enfocar al animal con una linterna por detrás, o desde otros ángulos.

Fotografía nocturna con fuente de luz externa a la cámara, de Seba Gómez Ramírez.

Recuerda que los anfibios y reptiles nocturnos son muy sensibles a la luz directa y no debes usar flash o fuentes de luz potentes de forma recurrente o abusiva. De hecho, cuanto menos lo uses, mejor. Seguro encuentras la forma de disfrutar de la fotografía sin pasarte con el flash.

10.- Dispara en RAW, si puedes.

Para no perder ni un píxel en tus imágenes, debes tener siempre presente fotografiar en formato RAW.

Fotografiar en RAW y no en JPEG L garantiza que conserves los detalles de las luces altas y bajas en un archivo digital. No se trata tanto de la resolución como de tener la capacidad en la edición de ajustar al máximo la exposición y los tonos, que quizá no eran los adecuados en el momento del disparo o bien el formato jpg no te permite.

El problema del formato RAW es que hay ordenadores personales que no son capaces de procesar tanta información y peso de un archivo, pero el truco está en configurar la cámara para guardar en RAW + JPEG L.

Y si nos permites, un último y no menos importante consejo a la hora de hacer fotografía: olvídate de tu cámara de vez en cuando.

Sal a bichear sin tu cámara ni el móvil y simplemente disfruta de un agradable paseo por el campo. Observa el paisaje, escucha los ruidos de los pájaros, deleitate con el pulso acelerado de tu corazón al caminar o mejor aún, sal acompañado de otras personas y muéstrales la belleza de lo diminuto, la grandiosidad de esta pequeña otra naturaleza, sin más pretensiones que encontrar la felicidad observando esta naturaleza.

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