Entrevista a César Barrio-Amorós. Herpetólogo y taxónomo.

Arrancamos el año de entrevistas bicheras acercándonos a un verdadero embajador de la herpetología, la conservación y el estudio de los hérpetos: César Luis Barrio-Amorós (también conocido como DocFrog).

César es un herpetólogo, taxónomo, naturalista (y por qué no decirlo: aventurero y explorador) Catalán que lleva media vida desarrollando su trabajo en Latinoamérica. Allí ha descubierto más de 90 nuevas especies para la ciencia, entre las que destacan anuros (dendrobátidos, ranas de lluvia e hílidos, salamandras arbóreas tropicales (género Bolitoglossa) culebras y algunos saurios (Gonatodes y Mabuyas).

Este Graduado por la Universidad de Barcelona ha publicado más de 200 artículos y estudios como consecuencia de sus hallazgos en sus más de 30 años como herpetólogo y taxónomo. Igualmente participa en numerosos congresos, así como ofrece charlas divulgativas en colegios y universidades de Latinoamérica, Norteamérica y Europa.

César con su maestro y mentor Charles Brewer-Carías y con Miguel de la Quadra Salcedo, después de una charla magistral del explorador venezolano en la Sociedad Española de Geografía en Madrid.

Quizá le conozcas como DocFrog («Doctor Rana») ya que así versa la firma de sus excelentes fotografías de naturaleza, otra de las facetas de este gran entusiasta de los anfibios y reptiles.

Y si todo esto no fuera suficiente para César, gestiona un proyecto de herpeto-turismo donde ofrece la posibilidad de viajar a conocer (de primera mano y bajo su guía) la maravillosa herpetofauna costarricense, país dónde reside desde hace ya algunos años.

Dan ganas de conocerle, ¿verdad? Empecemos con la entrevista…

Bienvenido a Bicheando.net. Un placer enorme que nos dediques tu tiempo, César.

– Un placer para mí también.

Permítenos empezar por el típico final de nuestras entrevistas, con nuestra pregunta bichera… ¿En qué anfibio o reptil te gustaría reencarnarte en tu próxima vida y porqué?

– Ja jajajaja, pues vaya preguntita… mira… la verdad es que no hay reptil o anfibio en el que me gustaría reencarnarme… me encantan para estudiarlos, admirarlos, fotografiarlos, pero reconozco que sus vidas (debido a su metabolismo) sería un poco aburrida para mí. Prefiero evolucionar un poco y convertirme en un reptil emplumado, un Águila real o Perdicera… o tal vez una Culebrera ja jajaja!

jeje bueno esperábamos algo como un «superdendrobátido» o similar, pero se acepta. Y hablando ya de tu vida actual, sabemos que muy pronto hiciste el petate y cruzaste el charco rumbo a la selva amazónica… ¿Eras consciente del cambio vital y personal que ello supondría en aquel entonces? ¿Qué te llevo a tomar esa decisión, un sueño, la necesidad..?

– Sí, a los 24 añitos decidí que mi vida no podía continuar en Europa… ya había conocido el 99% de los reptiles y anfibios de la Península y muchos del resto de Europa, y necesitaba más, más adrenalina, más diversidad, más emoción. Además, yo estudié antropología, por lo que también me tira mucho el tema indigenista.

Conocí una gente de Venezuela en un viaje, empecé a investigar sobre su herpetofauna, su geografía, su naturaleza en general, y descubrí que era el sitio perfecto para llegar y llevar una vida rodeado de anacondas, cocodrilos, ranas venenosas y miles de otros bichos alucinantes. 

Yo salí en 1994 de España, así que no salí por necesidad, salí porque sentía que mi pasión nunca se desarrollaría bien en Europa.

César en una expedición por Andalucía en 1996 con David Donaire Barroso, J. A. M. Barnestein y Juan Pablo González de la Vega (créditos de la fotografía), más interesado, según sus propias palabras «en abrir una botella de vino que en explorar los alrededores.»

… rumbo a la Amazonia con 24 años e ilusionado en descubrir al menos una nueva especie de anfibio o reptil… Y hasta la fecha has descubierto más de 90 especies. No debe ser nada fácil… 

– Exacto… ese era uno de mis sueños, poder descubrir y describir una nueva especie de herpeto (reptil o anfibio). Y no tardé mucho en hacerlo. Pero para ello hay que tener en cuenta que no es tan fácil el tema.

En un país el doble de grande que España, con una diversidad que lo sobrepasa al menos 10 veces (estamos hablando de unas 800 especies de reptiles y anfibios), para descubrir una especie nueva (en ese momento, sin ayuda de los estudios moleculares), no es moco de pavo. Tienes primero que conocer todas -o la mayoría de especies-, ya sea al natural (cosa que uno nunca termina de hacer), ya sea con la ayuda de ejemplares de museos.

Pasé mis primeros años en Venezuela entre el campo (conociendo selvas, llanos, montañas, etc.) y los laboratorios de museos donde me permitían trabajar (siempre de gratis, nunca me han pagado para esto).

César con dos de sus «MOTHER FROGGERS», como suele decir…

¿Qué se siente cuando te confirman o intuyes que efectivamente se trata de una nueva especie?

Y al fin, cuando conoces bien un género, por ejemplo, Bolitoglossa, que tenía pocas especies descritas en Venezuela (de hecho dos cuando llegué), y consigues algo que se diferencia, pues lo describes como nuevo.

Nos encantan estas salamandras arbóreas tropicales. Tuvo que ser alucinante que tu primera especie descubierta fuera una de ellas. ¿Cómo fue? ¿Recuerdos «vivos» todavía?

– Claro!!!, no me voy a acordar? Es como tener tu primer hijo, jajajaja! Sí, exacto. Fue una salamandra tropical del género Bolitoglossa, que dediqué al infatigable investigador aracnólogo Manuel Gonzalez Sponga, como Bolitoglossa spongai.

Mushroomtongue salamander (Bolitoglossa spongai) fotografiada por César Barrio-Amorós. Vía: http://www.arkive.org

¿Cuál ha sido el descubrimiento que te ha dado mayor satisfacción personal o profesional?

– Uff, muchos… pienso que si uno en su vida ha descrito unas pocas especies, pues te quedas con todas… pero al haber descubierto tantas, pues siempre hay historias favoritas. Pero nunca terminaría de explicar

¿Alguna discordia taxonómica?

– Pues sí. Hubo una rana de la discordia, que otro investigador reclamaba como descubrimiento propio hacía muchos años, pero que él nunca la había descrito, y cuando yo la publiqué, el tipo creó una revista él mismo, le puso una fecha previa, y la sacó para sinonimizar mi especie.

Scinax manriquei, Barrio-Amorós, Chacón et Orellana, 2004

Scinax manriquei, Barrio-Amorós, Chacón et Orellana, 2004. La segunda especie descrita y origen de tamaño problema nomenclatorico, pues otro herpetólogo la describió con otro nombre falseando las fechas de su publicación, para que apareciera antes que ésta. En fin problemas herpetológicos ya resueltos.

Eso es una cochinada que después tuve que desenmascarar. Así que no creas, que este mundo tiene también muchas envidias y entuertos…

Cambiando de tema… ¿Qué lugares te han fascinado especialmente en estos años de exploraciones?

– La verdad es que poder explorar los tepuyes del sur de Venezuela ha sido mi top como explorador y descubridor.

Eso no está al alcance de casi nadie (por lo extremadamente cara que es la logística), y tuve la suerte de pertenecer al equipo del mayor explorador actual de esa zona, el famoso Charles Brewer Carías, un maravilloso explorador de apariencia victoriana (quien originó al científico loco de la película UP de Disney, Charles Munz).

Charles Brewer-Carías, es un naturalista, fotógrafo y explorador venezolano de gran reputación internacional obtenida gracias a sus trabajos científicos hechos sobre la base de sus expediciones en la Guayana Venezolana.

Ir con él a lugares nunca antes pisados por el hombre, era una sensación maravillosa. Por ejemplo, ser co-descubridor del sistema de cuevas en arenisca mayor del mundo, no tiene nombre… pero claro, yo no iba allí en calidad de espeleólogo, sino de herpetólogo. Mi trabajo (ya que me llevaban, era descubrir. Todo se colectaba, desde insectos, isópodos, arácnidos… hasta reptiles y anfibios. Y todos probaban ser nuevos para la ciencia (repito, nadie había ido a esos remotos lugares, a los que accedíamos por helicóptero).

Imagen de la llegada del helicóptero Bell, que llevaría a César y Charles a uno de los más sorprendentes descubrimientos del siglo!, el sistema de cuevas en arenisca mayor del mundo.

Increible, la verdad… Todos estos descubrimientos y observaciones luego han de ser documentados y redactados. ¿Cuánto tiempo se necesita en anotar, recolectar, documentar, escribir y publicar el descubrimiento de una nueva especie?

– Eso depende también, de muchos factores. De lo fácil o difícil que sea la especie que has conseguido. No es lo mismo descubrir una especie de un género que tiene 4 especies (con las que tienes que comparar la nueva) que un género como Pristimantis (los antiguos Eleutherodactylus) con más de 500!!!

Pero el trabajo de laboratorio incluye el análisis del espécimen, de forma morfológica (midiéndolo y describiendo lo que uno ve), la comparación con otras especies del mismo género (de ahí la importancia de las colecciones en museos), y contra más “armas” tengas, pues más completo te queda el trabajo.

Si puedes grabar a la rana en cuestión cantando, eso es invaluable, y si además colectas un tejido que después puede ampliar el conocimiento molecular del género, pues aún mejor.

¿Y cuando se hace realidad un descubrimiento?

– Pues cuando ya tienes completado el trabajo de laboratorio, se escribe la descripción y se manda a una revista científica, que a su vez mandará el trabajo a científicos especialistas en la misma área.  El proceso entre descubrimiento y publicación del trabajo puede tardar como mínimo un año…  como máximo, muchísimos años, depende de la cantidad de especies que se tenga que comparar o conseguir.

Hay mucha gente que no sabe qué es la «taxonomía», ¿Cómo le explicarías a la gente común en qué consiste?

– La taxonomía es la parte de la biología que reconoce y nombra los seres vivientes. Es decir, hay un orden establecido y unas normas que se deben seguir para describir y nombrar las especies.

César en el laboratorio…

Sobre taxonomía u otras facetas científicas, ¿en qué proyectos estás trabajando en la actualidad?

– Bueno… llevo varios frentes como siempre… Nunca he dejado de trabajar con todo el material recopilado de Venezuela, así que con otros colaboradores, seguirán saliendo en los años venideros descripciones de nuevas especies de ese país.

También está a punto de salir una catalogación de 380 especies de anfibios de Venezuela en un especial de una revista bien conocida, ilustrando el 80% de las especies. Eso es la primera vez que se hace.

Aquí en Costa Rica también estoy describiendo algunas especies, aunque el ritmo es más lento. Como estoy rodeado de pura selva por los 4 costados, y además no paro de moverme, realizo muchas observaciones de la historia natural de reptiles y anfibios de estos lares, y muchas de ellas las publico como notas cortas.

También, estoy empezando con video (además de la fotografía, que siempre acompaña e ilustra mis expediciones) y hace poco inicié un canal de Youtube donde subo cortos videos educativos sobre lo que voy viendo, como por ejemplo éste siguiente vídeo donde íbamos en busca de la llamada «matabuey» de Costa Rica (Lachesis stenophrys)»…

¿Cuál es tu especie o género»favorito» de allí? ¿y de la península Ibérica? ¿por qué?

– Uauhh!, esta respuesta podría no tener fin, porque no hay una sola especie favorita, ni género. Hay demasiadas!!! Por eso me vine a esta parte del planeta!!!

Pero entre los anfibios, lo que más me flipa son los dendrobátidos y los Phyllomedusidos (Cruziohyla, Phyllomedusa, Agalychnis), además de las salamandras neotropicales, claro (Bolitoglossa).

«Agalychnis» es un género de anfibios anuros propio de Sudamérica y de América Central.

Entre los reptiles, los vipéridos se llevan la palma, son tan espectaculares, secretos, algunos super camuflados, otros totalmente aposemáticos. Tal vez los dos que más me atraen y que sigo estudiando son los géneros Bothriechis y Lachesis.

Bothriechis schlegelii, fotografiada en costa Rica. Créditos: César Barrio-Amorós

De las especies de anfibios de la Península Ibérica siempre me han atraído los tritones, porque curiosamente, ¡no hay nada similar en el trópico! y compiten en colores y comportamiento con los anfibios más coloridos, los dendrobátidos.

¿Qué especie te gustaría poder observar en libertad y todavía no has podido?

– También aquí podría extenderme… en el rango Neotropical necesito (sí, es una necesidad biológica!!) ver Melanosuchus niger y fotografiarlo a placer; también hay unas rana amazónicas que hasta el momento se me han escapado, y sueño con ellas, Cruziohyla craspedopus y cualquier Hemiphractus.

En Costa Rica aún no he podido ver ninguna Ecnomiohyla, y son realmente alucinantes. Y si nos ponemos a divagar en otros continentes no termino…

Seamos un poco utópicos, ¿Porqué ser «herpetólogo» es la mejor profesión del mundo? 🙂

– Bueno, no puedo decir que sea la mejor… es la que he escogido por pura pasión. Pero pienso que cualquier cosa que se hace con pasión es maravillosa, y si logras hacer de tu pasión tu trabajo, pues la bordas.

¿A quién tienes que agradecer, en parte, el tener «el mejor trabajo del mundo»?

– Pues a nadie de mi familia ja jaja, ellos más bien querían que me dedicara a la música (soy pianista, o mejor dicho, ex).

Mi interés y preparación fue totalmente autodidacta. Repito que no estudié biología, sino antropología. Pero sin duda muchos grandes divulgadores y herpetólogos influyeron sobremanera en mi decisión.

Desde que vi con 5 años el famoso documental de Félix Rodríguez de la Fuente “La Montaña Sagrada de los Indios Piaroa”, nunca dejé de soñar con ir a conocer los tepuyes de Venezuela. Y lo hice, y la sobrevolé, y describí una rana, Stefania breweri, que puede ser la más amenazada del mundo, porque sólo se conoce de la cima de este tepuy que tiene apenas 3 km2 de superficie.

César con una de las especies protegidas de tortugas gigantes…

O sea, Félix y después David Attenborough con sus documentales, fueron fundamentales en mi educación y decisión de vida. Después, al llegar a Venezuela, poder conocer y ser parte del equipo del explorador más famoso del mundo, Charles Brewer-Carías (amigo íntimo de Miguel de la Quadra Salcedo), eso es impagable, y a él le debo muchísimo!!

Supongo que no todo son éxitos y alegrías… ¿Algún fracaso o pena profesional que podamos escuchar?

-En realidad, todo ha sido una carrera ascendente… y aunque ahora no estoy en la cúspide (tuve que dejar Venezuela por problemas políticos y de seguridad, y allí tenía mi laboratorio, cosa de la que nunca me he recuperado) pues considero que todo es parte de la evolución de cada persona.

Hablando ya de medioambiente y conservación, se dice que Costa Rica en este momento, es sinónimo de turismo sustentable y ecoturismo, ¿estás de acuerdo con esta afirmación?

– Bueno, esa es la imagen que presenta al mundo, y en comparación a otros muchos países Latinoamericanos, sí se nota la diferencia. Hay más conciencia y más ilusión y amor por la naturaleza. No se ve casi basura, y la gente es educada en general. Pero le queda muchísimo que recorrer.

Obvio que a todos los países les queda mucho que aprender y adaptar. En las recientes campañas políticas presidenciales, no he escuchado a ni uno solo con posibilidades de ser elegido, que hable de nada sobre la naturaleza, el ecoturismo, la sustentabilidad, etc. 

¿Valoran los costarricenses su fauna y flora? ¿Qué tal se llevan con las serpientes y otros reptiles de la zona?

– En general, la serpiente genera un miedo atroz en cualquier campesino del mundo entero… Costa Rica no es una excepción. Serpiente vista, serpiente muerta.

Pero si es verdad que mucha gente de las partes rurales donde se han asentado Eco-lodges y han empezado a trabajar en ellos, han cambiado su visión (ya sea por aprendizaje o por prohibición expresa de matar nada en esos lodges).

Los cocodrilos también dan mucho qué hablar, porque aquí son muy abundantes, y como esta especie también se adentra en el mar, hay encuentros seguidos con bañistas y surfers.

¿Hay muchos accidentes con serpientes venenosas, dada su «abundancia»?

Si hay, pero la tasa de mortalidad es muy escasa. De unas 550 personas mordidas al año, sólo muere un 5%. La serpiente más peligrosa sin duda, por abundancia, adaptabilidad y agresividad (aunque esto es subjetivo) es la serpiente terciopelo (Bothrops asper).

Bothrops asper por la noche… Créditos: César Barrio-Amorós

¿Qué podemos hacer, en tu opinión, los europeos o españolitos de a pié para proteger todo esto, además de lo nuestro? ¿Empezar por un consumo más responsable?

– Soy un poco pesimista respecto al futuro. Pienso que hay ya demasiada gente en un planeta donde ya no cabe ni un ser humano más. Y en países tercermundistas (sin pretender que este nombre suene peyorativo) se nota que la tasa de educación sexual aún es muy baja, y por tanto la tasa de natalidad es muy alta. Religión y uso extremo de recursos naturales tienen la culpa sin duda. Pero poco se puede hacer al respecto.

Lo que hace bien un presidente, viene el siguiente y lo deroga. Yo lamentablemente pienso que mi generación (y máxime, la que viene) serán las últimas en disfrutar realmente de la naturaleza.

Vienen problemas mundiales que se agravarán en los próximos decenios, como el calentamiento global, subida del nivel del mar, contaminación (y por ende, privatización) del agua, escasez de recursos naturales (la pesca se va a acabar más pronto que lo que se piensa)… etc. etc.

Así que mi filosofía es disfrutar cada día al máximo, conocer, viajar, fotografiar y adorar a esta madre que tenemos de color verde y azul, a la que pocos aman.

Todos estamos algo escépticos con lo que viene, la verdad… Y hablando de «disfrutar»… ¿¡Algo echarás de menos de aquí?! Aunque solo sea una buena paella o unos «calsots», ¿no? 🙂

– Pues tengo la fortuna de volver cada año a Barcelona, y aprovecho a viajar tanto por España como por Europa o Marruecos, tanto a bichear, como a disfrutar de la cultura, la arquitectura y muy especialmente la gastronomía, que tanto uno echa de menos en medio de la selva. Generalmente me regreso a la selva con unos kilitos de más, jajaja

Ya terminando esta interesantísima charla digital, otra faceta tuya, dentro de la herpetología, es la de organizador de expediciones herpetológicas por Costa Rica. Háblanos un poco de «Herpetology Trips por Costa Rica», «DocFrog Photography», «DocFrog Expeditions»…

DocFrog era el pseudónimo o mote que me dieron en la agencia donde trabajé muchos años en Venezuela (Arassari Trek, tengo grandes recuerdos de esa época y de ellos), de ahí nace DocFrog Photograpy y DocFrog Expeditions. Tengo que aclarar que el que me llamen Doc, no significa que tenga un doctorado, pues a pesar de haber iniciado dos, nunca los he terminado.

Actualmente, cada año preparo unas expediciones en Costa Rica, a veces entrando en Panamá, y esperando el momento preciso para poder retornar a Venezuela.Son expediciones fotográficas, donde se pueden observar algunas de las especies más características de cada país o región. La gente queda muy contenta.

¿Alguna anécdota que puedas contarnos de esas expediciones, ya sea tuya o de algún cliente incauto?

– De momento nada malo… hace muchos años un cliente ruso (muy estúpido), quería hacerse una foto besando una piraña… aunque supuestamente estaba muerta, mientras se hacía la foto, yo sin saberlo, en un reflejo post-mortem, la piraña se le llevó medio labio.

César en una de sus expediciones con Chris Kirby, Raf Dieltjens, Daniel Solis, Stephanie Olson, Jaime Culebras, Kristy Esterly, Gerardo Ramos León y Priscilla Horta. Créditos y foto: Jaime Culebras.

En otra ocasión un holandés se puso a perseguir como un loco a un oso hormiguero gigante, pese a gritarle que lo dejara en paz… éste se volvió y con sus terribles garras delanteras, le hizo un tajo tremendo en el brazo. Las anacondas solo las tocaba yo, y eso me propinó varias mordidas, de las que aún conservo un diente enquistado en mi mano.

Ahora soy mucho más cuidadoso con todos, clientes y animales, y hay una estricta política de no molestar a los animales y de hacerles fotos desde lejos.

¡La verdad es que a quien lo le gustaría participar en un viaje así! Yo mismo espero verte este año si todo va bien. Muchas gracias por dedicarnos tu tiempo y mucho ánimo y buen hacer con todos tus proyectos actuales y futuros, que no son pocos…

¡Millones de gracias escamosas! jeje

– Muchas gracias Alberto, y a Bicheando… (por cierto, nunca digáis que vais a bichear en Puerto Rico!!)

jajaja  si, hemos visto sinónimos de «bicheando» por esos lares… Significados muy «exóticos» por llamarlo así… ¡Suerte!

Puedes seguir y contactar con César en estos perfiles sociales:

DocFrog en Flickr

DocFrog Photography (Facebook)

DocFrog Expeditions (Facebook)

Canal de Youtube (DocFrog Channel)

Puedes ver algunos de sus estudios y publicaciones es los siguientes links:

https://www.researchgate.net/profile/Cesar_Barrio-Amoros?ev=hdr_xprf
http://publicaciones.andigena.org
http://ub.academia.edu/CesarAmor%C3%B3s