Reptiles de Portugal. Segundo viaje a tierras lusas.
Como ya comentamos en nuestro primer viaje herpetológico a Portugal, el pasado mes de febrero, y cuyo resumen puedes leer en el artículo «Anfibios de Portugal«, éste es un país espléndido en todos los sentidos y quedamos tan fascinados por la abundancia y diversidad de hérpetos que no podíamos dejar de viajar de nuevo, ya en primavera, para conocer de primera mano a sus reptiles.
El clima oceánico y mediterráneo que Portugal comparte con el resto de la Península Ibérica, así como la falta de fronteras naturales (grandes cordilleras) y otros aspectos geológicos, hacen que este país comparta muchísimas especies de flora y fauna con España. De hecho, también a nivel de reptiles, todas las especies de Portugal están presentes en España.
Para compartir nuestra experiencia en éste segundo viaje por tierras lusas, en Abril de 2017, vamos primero con el listado de reptiles de Portugal, marcadas en verde aquellas especies observadas (zona de Oporto):
- Emy orbicularis
- Trachemys scripta
- Mauremys leprosa
- Blanus cinereus
- Blanus mariae
- Anguis fragilis
- Chamaeleo chamaeleon
- Hemidactylus mabouia
- Hemidactylus turcicus
- Tarentola mauritanica
- Psammodromus algirus
- Podarcis vaucheri
- Podarcis bocagei
- Podarcis carbonelli
- Lacerta schreiberi
- Iberolacerta monticola
- Podarcis hispanicus
- Timon lepidus
- Acanthodactylus erythrurus
- Psammodromus hispanicus
- Chalcides chalcides
- Chalcides bedriagai
- Chalcides striatus
- Macroprotodon cucullatus
- Macroprotodon brevis
- Natrix astreptophora
- Natrix maura
- Hemorrhois hippocrepis
- Rhinechis scalaris
- Coronella austriaca
- Coronella girondica
- Malpolon monspessulanus
- Vipera latastei
- Vipera seoanei
Lógicamente (y por desgracia) en la zona donde prospectamos solo podíamos observar algunas especies pero la verdad es que no se dio mal: unas 17 de estas 34 especies, que no está nada mal para haber realizado 3 jornadas bicheras.
Lo primero de todo, dar las gracias (de nuevo) a Nuno Xabier Oliveira y José Lemos por su compañía y consejo. Un gran fotógrafo y un gran naturalista que como en la pasada visita, no dudaron en apuntarse y mostrarnos parte de las joyas herpetológicas de la región.
También conocimos al gran naturalista Rui Lemos, a quien agradecemos el interés que tuvo en conocernos.
Yendo ya al grano, vamos a mostrarte y describir algunas de las especies que avistamos.
Nada más llegar y esa misma tarde, tras andar un rato, apareció un pequeño Lución (Anguis fragilis) a la orilla del mar, ya que éstas poblaciones de reptiles viven en los lindes de la playa con los cultivos. De hecho, justo en el borde de la arena de la playa ya se pueden encontrar Luciones en muchas ocasiones, deslizándose por la arena como si nada.
Al crecer adoptan otros colores y llegan a medir 50cm de largo. Todo un logro para este interesante y raro lagarto ápodo.
La culebrilla ciega (Blanus cinereus) también apareció, debajo de unos troncos húmedos, esa misma tarde, ya anocheciendo…
Siguiendo con nuestros descubrimientos, nos sorprendió mucho (ya al día siguiente, ya por la mañana) encontrarnos con una culebra lisa europea –Coronella austriaca– (al principio creímos que era una culebra lisa meridional –Coronella girondica-) ya que en la zona no se había citado la especie, según nos dijeron nuestros amigos y guías.
Se distingue bien a una especie de la otra por la cara ventral: la culebra lisa meridional (Coronella girondica) tiene la panza ajedrezada, mientras que la culebra lisa europea (Coronella austriaca) no presenta patrón alguno. También se las puede distinguir por el número de escamas mandibulares o bien porque la Coronella girondica es más esbelta y alargada y posee una franja negra muy acusada entre los ojos, a modo de antifaz.
Justo después nos encontramos con una auténtica joya de la zona, por su escasez y por su importancia biológica: la víbora hocicuda (Vipera latastei).
En la zona (ver mapa) confluyen dos especies de víbora: víbora hocicuda (Vipera latastei) y la víbora cantábrica (Vipera seoanei), pero solo pudimos observar a la primera.
De todas formas fué un encuentro tan especial como inesperado, porque la especie no estaba en nuestros planes por esa zona. Es lo bueno de bichear.
la encontramos también en los lindes de la playa, pudiendo observar dos ejemplares. Uno que estaba cambiando la muda (parecía algo melánico), abajo en la imagen…
Más tarde, cuando el sol fué subiendo en el horizonte, pudimos disfrutar de varios lagartos verdinegros (Lacerta schreiberi) que cogían temperatura en a arena o bien subidos a sus piedras preferidas.
El lagarto verdinegro (Lacerta schreiberi) es realmente bonito y, si las hembras tienen un verde lima muy característico, la librea del macho es espectacular, como puedes ver en esta imagen de abajo.
Viviendo en simpatría con el lagarto verdinegro, habita por la zona el gran lagarto ocelado (Timon lepidus), que fué visto igualmente asoleándose en piedras y troncos a lo largo de todo el litoral.
La foto de la foto… 😉
Y cómo no, las lagartijas campaban a sus anchas por todos lados. Aquí una de las 5 especies que hay por la zona: la ilustre lagartija «gallega» o lagartija de bocage (Podarcis bocagei). Preciosa, verdad?!
Otro reptil que nos alegró mucho ver por tierras portuguesas fue el eslizón tridáctilo (Chacides striatus).
Como puedes observar, la hora del día y la intensidad de la coloración de este macho hizo que pudiésemos mostrar en la fotografía todo su esplendor y la iridiscencia de su piel. ¡Alucinante!
Sigamos, que ahora viene lo mejor (al menos para nosotros)… 😉
El tercer día fuímos, invitados por Rui Lemos, un gran naturalista de la zona, a visitar una especie de reserva para culebra bastarda (Malpolon monpessulanus) y, ni en nuestros deseos más profundos imaginamos que os íbamos a encontrar con el macho más grande jamás filmado y fotografiado por nosotros.
Su longitud total estaría en torno a 1,80 cm. Era negro azabache prácticamente en su totalidad y, aunque tenía genio y carácter, se portó con nosotros de una forma más o menos tranquila, lo que no es nada normal en la especie.
Ver esa mirada de peligrosa justo a medio metro de tí y poder hacer la siguiente fotografía no tiene precio, la verdad!
Que pase junto a ti, tan tranquila, es toda una gozada… ¡irrepetible!
Y después de este encuentro tan especial poco más que decir. Portugal, como toda la Península Ibérica, es un lugar al que tienes que viajar si te gusta esta otra naturaleza. Por suerte y al contrario que pasa en España, hay mucha masa forestal y muchas zonas protegidas.
Ya sean ZEPAS (Zona de especial protección para Aves), parques naturales, nacionales o regionales, este país hermano goza de buena salud herpetológica, por lo que hemos podido observar.
Esperamos lo hayas pasado en grande leyendo este artículo y sobretodo esperamos que al terminar de leerlo, valores un poquito más a todos estos animales y lo que representan. Y como se dice en portugués: «¡Adeus. Até a próxima aventura!«
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