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10 consejos para mejorar tus fotografías de anfibios y reptiles. Parte I
Dicen que la mirada es la distancia más corta entre dos personas. Esto, aplicado a la fotografía de Naturaleza, podría venir a decir que «la fotografía de naturaleza es la distancia más corta entre un ser vivo y el ser humano».
No hay mayor placer que poder contemplar la mirada o los detalles de un anfibio o reptil en vivo.
Antes de empezar con los consejos, debes tener en cuenta que lo más importante de una fotografía es la salud y el bienestar de un animal y por supuesto del entorno donde vive. Tenemos una sección sobre fotografía ética cuyos 2 primeros artículos quizá te interese leer antes de seguir con estos consejos.
De hecho, hay un movimiento de creciente creación y rápido crecimiento entre los aficionados y profesionales de la fotografía de naturaleza que predica el contacto cero entre el fotógrafo y el animal. Para ellos, no hay fotografía que merezca la pena si el animal ha sido manipulado en algún modo.
Hasta en el prestigioso premio Wildlife Photographer of the Year 2017 se empieza a pensar en restringir ciertas fotografías donde claramente se ve que el animal ha sido manipulado debido a la creciente conciencia sobre la desaparición y problemas de todas las especies del reino animal.
Y más en relación a los anfibios y reptiles, la asepsia es fundamental; los virus y hongos siguen extendiéndose y diezmando muchas de sus poblaciones y hay que seguir ciertos protocolos, sencillos y eficaces.
Para terminar esta introducción, que creemos obligatoria, compartimos contigo el código ético de AEFONA (Asociación Española de Fotógrafos de Naturaleza).
Una declaración de principios básicos para la práctica de esta actividad elaborados con el fin de que todos adoptemos un compromiso personal en la naturaleza que tanto amamos.
Y sin más dilación, pasemos a compartir contigo nuestros consejos y trucos para sacarle el máximo partido a tus fotografías de anfibios y reptiles.
1.- Elige el atardecer o el amanecer para tus fotos.
El amanecer y el atardecer son las llamadas «horas brujas» o «doradas» porque los volúmenes y las formas se captan mucho mejor.
El color suave y poco intenso de la luz de la mañana o la tarde y su ángulo bajo te ayudarán a realizar magníficas instantáneas.
Desde las 11:00 hasta las 17:00 aproximadamente, la luz llega desde arriba y con mucha intensidad. Para evitar que la imagen salga tan «quemada» o «blanca» un buen consejo es bajar la ISO al máximo (sensibilidad a la luz).
Tanto el obturador como el diafragma dejan pasar naturalmente más o menos luz hacia el sensor de la cámara, mientras que la ISO amplifica la luz, pero a costa de perder calidad en la imagen, ojo.
Por eso, en general, intenta dejar siempre la ISO lo más baja posible (100 o 200 dependiendo del modelo de tu cámara). Sobre todo el exteriores y a medio día. Cuanta más luz ambiente haya, más bajo el ISO.
2.- Haz fotos con una velocidad de obturación alta.
Los reptiles son muy impredecibles y rápidos en sus movimientos como los lagartos o lagartijas, o bien están prácticamente moviéndose todo el tiempo de contacto como las serpientes y es normal que la fotografía salga borrosa o «movida». Esto se corrige en gran parte dejando la cámara preparada a una velocidad de obturación relativamente rápida.
Aumentar la velocidad del obturación o de disparo, que básicamente es el tiempo exposición de la cámara a la luz y se expresa en segundos y fracciones, te facilitará sacar con nitidez el mayor número de fotos.
¿Y qué se considera una velocidad de obturación rápida? Suele considerarse rápida la que se sitúa por encima de 1/60 segundos, y te recomendamos, si haces fotos a «mano alzada» o sin trípode (que es lo normal) a 1/125 o 1/200 fracciones de segundo.
A más velocidad de obturación consigues mayor nitidez de la foto (la imagen se congela), pero ojo porque esa nitidez conlleva que la foto se oscurezca. De ahí que a mayor velocidad de obturación debes tener una mayor apertura de diafragma y o bien de subir la ISO (sensibilidad de la cámara a la luz), o ambas.
Truco bichero: prueba a poner la cámara en modo ráfaga y espera a que una rana o lagartija den un salto. Puede que captures un instante mágico.
3.- Práctica el ángulo bajo y la regla de los 3 tercios.
Los anfibios y reptiles en general, son pequeños y rondan por el suelo, al contrario que las aves. Esto hace que de forma natural les «disparemos» desde lo alto, como en la siguiente imagen…
El ángulo «cenital» no da buenos resultados por varios motivos: parece que es un ser vivo «dominado», o a veces da la sensación de «aplastado», y al mismo tiempo no realzas su naturaleza o belleza al 100%.
Agáchate o tírate al suelo para poder tener un ángulo bajo y obtener una instantánea a la altura de visión del animal. Te sorprenderá ver el resultado.
Tu cámara siempre debe estar colocada al mismo nivel que el anfibio o reptil, si es posible. Repetimos, ¡ensuciate las rodillas! 🙂
Otra instantánea donde se aprecia lo bello y la calidad de bajarte a nivel del animal, son éstas instantáneas de Antonio Gómez Mercader de una víbora áspid (Vipera aspis) donde se capta además al hábitat de la serpiente.
Por otro lado, la regla de los tres tercios aconseja que la composición de tu imagen está dividida en 3 tercios. 1 tercio puede corresponder al animal y los otros dos al hábitat, o viceversa. No suelen quedar bien las fotografías compuestas al 50% o donde el 100% es el suelo (recuerda la regla del ángulo bajo).
A continuación puedes observar dos fotografías donde se aplica esta teoría de los tres tercios, de forma inversa.
Opción 1:
Opción 2:
Truco artístico: Si tienes una cámara resistente al agua, prueba a colocarla con un extensor aséptico por debajo del agua apuntando al cielo. Alucinarás con las instantáneas que se pueden sacar.
4.- Los primeros planos / planos de hábitat funcionan bien con animales pequeños.
Usa pequeñas aperturas de diafragma para primeros plano siempre. Si tienes la cámara a f/3.5 ó f/1.4 el resultado será magnífico. Podrás hacer primeros planos de animales pequeños y parecerán auténticos dinosaurios, como la siguiente lagartija.
Todo lo que sea acercar a estos seres tan «lejanos» y esquivos, potenciará el resultado final de cualquiera de tus «disparos»…
Si por el contrario quieres mostrar a la vez el hábitat del animal, deberás aumentar la apertura del diafragma lo máximo posible para que el fondo se «vea» con cierta claridad…
En la fotografía paisajística se usan máximas aperturas de diafragma para mostrar con nitidez el mayor número de elementos al aumentar así la profundidad de campo (espacio delante y detrás del animal).
También piensa que a veces no hace falta mostrar tan «nítido» el fondo y solo esbozarlo, para dar máximo protagonismo al sujeto, como en el siguiente ejemplo.
Truco artístico: si tienes una lente de ojo de pez o gran angular, este tipo de fotografías serán aún más impresionantes…
5.- Los ojos son lo más importante de tus fotografías.
En fotografía de naturaleza a todos los seres vivos se les enfoca a los ojos. ¿Te acuerdas de nuestro primer párrafo de este artículo, donde decíamos que «la mirada es la distancia más corta entre dos personas»?
Imagínate entonces en un ser de 5 cm o 6 cm de tamaño, que te mira y sus ojos no te transmiten nada, porque están borrosos. Puedes verlo en la siguiente fotografía…
Enfocar siempre a los ojos de un ser vivo en tus fotografías debe ser tu obsesión, por encima de todo lo demás.
Es la base de una buena fotografía de naturaleza. Sin una mirada limpia y cristalina, los anfibios y reptiles no son nada, y tus fotografías tampoco.
Si te han gustado estos consejos no dudes en seguir con nosotros y echarle un vistazo a la segunda parte de nuestros 10 consejos para mejorar tus fotografías de anfibios y reptiles.
¡Gracias por tu tiempo! 😉
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