Bicheando por Burgos. Entre montes y trigales…

Campos inmensos, infinitos, de trigo, cebada y avena… roquedales y dehesas por doquier… Burgos es una zona de confluencia de muchas especies. Una mezcla de hábitat mediterráneo y cantábrico que favorece el que muchas de las especies sureñas aparezcan muy al norte y otras, las cántabras, se hayan acostumbrado a climas más secos, como la víbora cantábrica, cuyo punto más al sur conocido es el norte de Burgos.

Alberto González, en medio de un trigal… Son impresionantes estas extensiones de cereal…

Este año 2017 hemos hecho 3 salidas a burgos y nos hemos encontrado zonas con una alta abundancia de anfibios al igual que de reptiles.

Resaltar que por estos lares, en las orillas de los campos de cultivo o bien en las peñas y atalayas más altas podemos encontrar las 3 especies de víboras que hay en la península ibérica.

En nuestra 1º visita a Burgos, a finales de Junio de 2017, estuvimos acompañados por Alejandro Palomo Rey (Sociedad extremeña de herpetología) y Raquel Márquez (Naturalista) un sábado de junio para bichear por varios tipos de hábitat y zonas.

El primer día por la mañana temprano estuvimos buscando víboras en varios puntos donde se han citado 2 especies: la víbora cantábrica (Vipera seonanei) y la víbora áspid (Vipera aspis). Por suerte, en solo 1 hora pudimos ver dos ejemplares de víbora cantábrica o de seoanei.

El primer ejemplar fue encontrado en el borde pedroso de un campo de cultivo en barbecho, donde se observó abundancia de ratones de campo y lagartijas, su principal alimento: era una gran hembra adulta y embarazada…

Es raro encontrar víbora cantábrica en un hábitat tan «mediterráneo», tan seco y tan abierto, como puedes observar.

Aquí se puede observar su majestuosidad…

Un animal espléndido, por otro lado… y totalmente inofensivo si no se le intenta manipular.

Aquí podemos ver como hay que guardar una distancia prudencial para no estresar al animal y tener cierta seguridad…

…y al poco tiempo, encontramos otro ejemplar de seoanei que podríamos decir era melánica, dado su color tan oscuro.

Víbora cantábrica o de seonane (Vipera seoanei) de color oscuro. Interesante patrón… Foto de Alejandro Palomo.

Cargados del optimismo y del buen rollo que da encontrar en poco tiempo estos animales tan escasos y esquivos, decidimos ir hacia otras zonas a ver si había suerte. La siguiente especie que encontramos fue, y en cantidad, eslizón tridáctilo (Chalcides striatus).

Esta especie de lagarto ha perdido las patas posteriores y anteriores en una evolución posterior, que le permite deslizarse con rapidez y suavidad entre las rocas y el suelo donde vive. Y nos pusimos a resaltar su belleza «cuerpo en tierra».

Alejandro Palomo, fotografiado por Alberto González.

Alberto González, fotografiado por Alejandro Palomo.

En la zona norte de Burgos también encontramos varios ejemplares de eslizón ibérico (Chalcides bedriagai). Un lagarto más pequeño y fornido que el eslizón tridáctilo. Cuerpo corto recubierto de escamas lisas y brillantes. Aquí una imagen de Alejandro Palomo.

Eslizón ibérico (Chalcides bedriagai) también era muy abundante por la zona.

Otro lagarto que pudimos observar con cierta abundancia fué el lagarto ocelado (Timón lepidus). Aquí puedes ver un ejemplar con una coloración no muy frecuente de azul oscuro en sus ocelos.

Ya mas tarde y después de una merienda calentita, fuímos a un par de charcas, a ver si había algo de agua y vida. Aunque no había llovido hacía semanas, teníamos la impresión de que algo podríamos encontrar, bien al atardecer o bien al anochecer.

Por suerte había agua todavía en varias charcas y como siempre, las ranas comunes (Pelophylax perezi) campaban a sus anchas por ellas.

Al anochecer, en cuanto a anfibios, pudimos observar más ranas comunes (Pelophylax perezi), ranitas de San Antonio (Hyla molleri), Sapos comunes (Bufo spinosus), sapos parteros comunes (Alytes obstetricans), gallipatos (Pleurodeles waltl) y tritón jaspeado (Triturus marmoratus). Aquí unas instantáneas…

Rana común (Pelophylax perezi)

Ranita de San Antonio (Hyla molleri)

Tritón jaspeado (Triturus marmoratus)

Sapo partero común (Alytes obstetricans)

Sapo común (Bufo spinosus)

Gallipato (Pleudoredes waltl)

Fue extraño no ver sapo corredor (Epidalea calamita) ni sapo de espuelas (Pelobates cultripes), las otras dos especies de anuros de Burgos, pero la verdad fué una noche muy entretenida.

Tanto que también se presentó la más común de las serpientes de la península ibérica: la culebra de agua o viperina (Natrix maura).

Y ya finalizando, en otra de nuestras breves excursiones, pudimos rescatar algunos tritones jaspeados y sapos parteros de un efecto trampa en un pozo que habíamos «intuido» en nuestro anterior viaje.

No hay mayor recompensa en una salida bichera que poder salvar unos cuantos anfibios o reptiles de un efecto trampa.

Y aquí termina esta breve expedición herpetológica por tierras burgalesas. Muchos hábitats y muchos momentos entretenidos… ¡Si te ha gustado no dudes en compartirla!