Llega en frío y los anfibios y reptiles, en la mayor parte de la península, se esconden para pasar refugiados estos meses de frío y heladas.

Si por estas fechas te preguntas cómo sobreviven los anfibios y reptiles a las bajas temperaturas, hoy en Bicheando.net vamos a sacarte de dudas explicándote de forma coloquial y amena todo lo relacionado con la brumación de los anfibios y reptiles.

¡Qué frío no! Empezamos… 😉

Sapo corredor hibernando

Sapo corredor enterrado para pasar el invierno. Sección. Créditos y cesión: Andrés Pérez Salerno.

¿Bruman o hibernan? te preguntarás tras leer el titular… Pues vamos a intentar diferenciar estos términos antes de nada:

En la hibernación los animales son capaces de mantener su temperatura orgánica constante, con independencia de las variaciones ambientales, mientras que en la brumación esta capacidad no existe, ya que los anfibios y reptiles son incapaces de regular su temperatura corporal por medios propios.

Un animal de sangre caliente hiberna, como en el típico ejemplo del oso.

Por lo tanto… Los anfibios y reptiles «bruman», no «hibernan».

Sólo se debería hablar de «hibernación» con los animales de «sangre caliente o endotermos» como los mamíferos, mientras que en los animales «de sangre fría o ectodermos) ha de hablarse de «brumación».

Ojo todo esto para tener un poco más de «culturilla herpetológica», aunque coloquialmente ambas expresiones son válidas, al menos para nosotros. 😉

Sigamos… ¿Qué es la brumación, entonces?

La brumación es un tipo de dormancia o letargo caracterizado por una disminución drástica de la actividad del organismo en condiciones de frío, sequía, falta de alimento… propio de animales ectotermos (de sangre fría) como los anfibios y reptiles.

Las salamandras con uno de los anfibios mejor adaptados a la «época fría»…

Los reptiles y anfibios no pueden mantener una temperatura corporal constante. Si ésta baja o permanece baja durante un tiempo prolongado (días, semanas…) no pueden realizar sus funciones vitales básicas y su cuerpo reacciona induciendo al ejemplar a aletargarse para poder sobrevivir. Su ritmo cardiaco y respiratorio decaen y su metabolismo se ralentiza para ahorrar energías.

¿Por qué veo entonces lagartijas tomando el sol en pleno invierno?

Quizá ahora pienses: «Pero muchos días en invierno veo alguna lagartija tomando el sol.» ¡Claro! Éste es un buen ejemplo de diferencia entre hibernación y brumación… Te lo explicamos:

Timon lepidus lagarto ocelado juvenil asoleandose

Lagarto ocelado juvenil (Timon lepidus) asoleándose a finales de febrero 2017, en Cabañeros…

Date cuenta que los reptiles y anfibios pueden activarse varias veces durante su brumación por que, como ya hemos dicho, su actividad depende casi directamente de la temperatura; si la temperatura aumenta unos grados o sale el sol aprovecharán para solearse con los rayos de sol e intentar tener así algo de actividad el poco tiempo que se les permita (movilidad, hidratación, alimentación…)

¿Se alimentan durante la brumación los anfibios y reptiles?

La hidratación es casi obligatoria en reptiles, así que sí. No pueden pasar muchos días o semanas sin beber, y por regla general no comen (o no comen casi) por dos razones principales:

  • Primero, porque no suele haber mucho alimento en invierno. Los insectos u otros hérpetos están brumando también.
  • Segundo, porque a partir de cierta temperatura el sistema digestivo se paraliza y no pueden «hacer la digestión», por decirlo así.

Por ponerte un ejemplo, la temperatura mínima corporal necesaria para que el aparato digestivo de una serpiente esté activo es de unos 12º-14º (según autor). Hay serpientes mejor adaptadas que otras y por ejemplo las culebras de agua pueden aguantar mejor las bajas temperaturas que las víboras, que suelen ser más termófilas.

A partir de esa temperatura, como decíamos, el «movimiento intestinal» cesa y el alimento no puede digerirse correctamente, se pudre literalmente dentro del organismo del animal y puede provocarle una infección y hasta la muerte.

Por eso mismo es raro ver serpientes en el campo por debajo de 12º o 14º en la Península Ibérica, y más si no hace sol con el que puedan coger temperatura a través de la radiación solar.

¡Para qué gastar energías si no puedo ser rápida ni quizá digerir lo que pueda cazar!

Para poder salir a buscar presas con las que alimentarse en unas condiciones adecuadas de movilidad y agilidad necesitan conseguir una temperatura corporal (que no ambiental) de entre 20º y 30º grados centígrados.

Culebra bastarda juvenil (Malpolon monspessulanus), activa y en posición de ataque, calentada por el sol de la mañana.

¿Hay algo más que active la brumación, además del frío?

Sí. Realmente es un conjunto de parámetros, entre los que destacan la bajada de temperaturas y otras dos causas principales:

1.- La disminución de las horas de luz diarias o fotoperiodo.

La luz es muy importante también para activar la brumación, porque la reducción de horas solares tanto estacional como diariamente, activa una serie de hormonas en los anfibios y reptiles que les incita a aletargarse.

También es raro ver a reptiles activos por la noche por una sencilla razón: necesitan una temperatura mínima corporal para poder correr, huir, cazar y reproducirse.

2.- La escasez de agua o humedad (nivel hídrico ambiental).

La sequía es la otra causa que activa la brumación, principalmente en los anfibios. La escasez de agua, humedad y la bajada del nivel de agua en los estanques o charcas provoca que estos animales reaccionen enterrándose bajo el lodo y permaneciendo ahí (en cualquier época del año) hasta que las lluvias regresen.

Los sapos parteros (Alytes ssp.) portan la puesta hasta que sus zonas de reproducción se inundan, si no llega el agua, la puesta se pierde…

¿Y dónde se esconden o pasan la brumación los anfibios y reptiles entonces?

La  mayoría de los sapos, tritones o ranas se entierran en el barro del fondo del estanque. Cuando veas o pases por encima de un estanque seco, piensa que bajo tus pies hay cientos de pequeñas y delicadas criaturas aletargadas esperando las lluvias. Al humedecerse y ablandarse el suelo, pueden salir a la superficie igual que entraron: excavando.

También pueden refugiarse en agujeros en la tierra, huecos de troncos, montones de hojarasca, bien porque los encuentran, o los aprovechan de otros animales (conejos) o bien porque los excavan ellos mismos.

Sapo de espuelas Pelobates cultripes

Sapo de espuelas (Pelobates cultripes) enterrado en la arena de la playa…

Hay larvas de anfibios que permanecen aletargadas debajo de las placas de hielo de las lagunas o charcas congeladas, como por ejemplo algunas larvas del sapo partero (Alytes ssp.) o de la salamandra común (Salamandra s.).

Rana temporaria con puesta de huevos en un camino

En las zonas de costa, donde las temperaturas no llegan a cero grados, es normal encontrar épocas reproductivas incluso en diciembre o enero. En éste caso una rana bermeja (Rana temporaria) cuidando de la puesta hecha en un camino en noviembre (Asturias).

¿No se asfixian? ¿Cómo respiran?

Por ejemplo en anfibios, su metabolismo se ralentiza tanto esta fase de descanso invernal que sus o´rganos vitales no necesitan casi oxígeno, por lo que muchas veces pueden incluso permanecer en el fondo de una laguna inundada, extrayendo el mínimo oxígeno que necesitan en esa fase de letargo a través de la piel. Recuerda que los anfibios «respiran» también por la piel.

Créditos: “Libro de Ciencias Naturales de Quinto Año”. B. Roca y G. Pérez, CEIP.

Resultado de imagen de respiracion reptiles

Créditos: “Libro de Ciencias Naturales de Quinto Año”. B. Roca y G. Pérez, CEIP.

En cuanto a los reptiles, necesitan más cantidad de oxígeno que los anfibios pero por otro lado tienen unos pulmones plegados, que les aportan mayor superficie para el intercambio gaseoso. Además excavan túneles o usan madrigueras con cierta ventilación siempre. En ningún caso pienses que se entierran vivos y aguantan la respiración, por decirlo así… Pero aprovechan mejor cada «inspiración» de aire que los humanos, como te mostramos en la anterior diapositiva… Ahí es nada.

¿Es la brumación mala para los herpetos?

La brumación no es en todo caso (y es importante dejarlo claro) negativa para estos animales. Han evolucionado durante cientos de miles de años para adecuarse a estos cambios estacionales.

De hecho la brumación es fundamental para su reproducción: muchos reptiles y anfibios no desarrollan óvulos o espermatozoides si no bruman adecuadamente. Además, en primavera, el aumento rápido de la temperatura, conlleva la activación de ciertas «hormonas sexuales» que les incitan a entrar en celo y buscar pareja. Sin estos cambios estacionales, no hay «apetito sexual», por decirlo así.

Amplexo de sapo corredor...

Amplexo de sapo corredor (epidalea calamita)

¿Cuál es la temperatura mínima que un anfibio o reptil puede soportar?

En los anfibios y reptiles los ciclos diarios y anuales de toda su actividad actividad están determinados principalmente por la temperatura y la fluctuación de ésta a lo largo del día.

Las células de cualquier ser vivo vertebrado necesitan un mínimo, según algunos autores y en general, de entre 1 y -0,5 grados en sus órganos vitales para poder tener una actividad vital mínima. Para soportar esta «congelación» hay anfibios, como la salamandra, que disminuyen su porcentaje de líquido corporal interno y así combaten mejor el frío. Increíble, ¿verdad?

Salamandra común del Almanzor (Salamandra s. almanzoris) en el hielo, a 5º de temperatura ambiente. Mayo 2016.

Hay incluso otros anfibios que sufren una congelación externa de hasta el 70% de su cuerpo (solo los órganos imprescindibles como el corazón y el cerebro no se congelan) durante este periodo.

O incluso hay anfibios que producen su propio anticongelante «dulce», en forma de glucosa concentrada, para evitar la cristalización de sus células, como la rana de bosque norteamericana o la salamandra siberiana (salamandrella keyserlingi), con algunos casos en los que se han quedado congeladas en el permafrost durante años, y al derretirse este, han salido de su letargo.

Rana americana congelada

Créditos:  -Uwe Anders- El pais.com

En resumen, adaptaciones al entorno y evolutivas increíbles, de unos animales en principio delicados, que bien podrían valorarse en mayor medida. ¡Son unos supervivientes!

Por desgracia, estas habilidades tienen sus límites y ciertos ejemplares que comienzan en brumación heridos, famélicos o portando alguna infección no suelen superar esta etapa de sus vidas.

El cambio climático en la zona mediterránea y en la Península Ibérica es otro factor que está repercutiendo negativamente, ya que los inviernos cada vez más cálidos y cortos y las sequías prolongadas (que afectan principalmente a los otoños peninsulares), hacen que estos animales tengan un cierto descontrol interno y un estrés adicional.

No es difícil ver en los últimos 2 o 3 años en diciembre anfibios esperando las lluvias del otoño que nunca llegaron, en charcas secas. En este vídeo mostramos este triste caso en pleno diciembre con una de las especies más resistentes: el sapo corredor (Epidalea calamita).

Potencialmente, cambios en la temperatura ambiental en una escala global, pueden interrumpir el tiempo de reproducción, periodos de hibernación y la habilidad para encontrar alimento.

Gracias por tu tiempo y esperamos que hayas aprendido un poquito más sobre la hibernación, la brumación y el descanso invernal en anfibios y reptiles.

Cuando te pregunten «¿Dónde se meten las ranas en invierno?» esperamos ya sepas que contestar… 😉 Y si te ha gustado… ¡Comparte libremente! y ayúdanos a seguir buscando aliados y atención para esta otra naturaleza tan desconocida.