Anfibios de la provincia de Valencia. Apuntes de campo.

Por Javier Burgos Fernández

La provincia de Valencia es conocida por muchas cosas, como por ejemplo la gastronomía, con la paella como plato estrella, también por sus fiestas, como las famosas fallas, así como ser uno de los principales destinos turísticos de nuestro país, principalmente costero, y es que la provincia combina el mar y la montaña como pocas, contando con un clima cálido y suave durante casi todo el año.

Javier Burgos Fernández, el autor invitado de éste artículo.

Javier Burgos Fernández, el autor invitado de éste artículo.

Pero hay algo que la gran mayoría de gente no conoce de la provincia de Valencia, (incluidos los propios valencianos): su maravillosa fauna, y de todos los grupos de animales, quizá el más ignorado, olvidado, desconocido (y muchas veces tristemente repudiado) sea el de los hérpetos y los anfibios; un grupo de animales patrimonio natural de todos los valencianos y tan poco conocido como beneficioso para nuestros ecosistemas del litoral y del interior.

Quisiera presentaros a continuación los anfibios de la provincia de Valencia, ordenados, según mi experiencia de campo, de mayor a menor abundancia y facilidad de localización, y os comento algunas curiosidades sobre ellos que he descubierto en mis observaciones de campo… Espero que os guste. 😉

1.- La rana común

La rana común (Pelophylax perezi) o «granota» como se le llama en valenciano, es quizá el más conocido y abundante de los anfibios valencianos, además de ser el mas fácilmente observable, ya que se le puede ver en casi cualquier charca en pleno día. Ágiles y cautas, la mayoría de veces lo único que veo de una rana son sus saltos al agua donde se oculta perfectamente.

Suelen preferir las aguas remansadas y tranquilas a las que llevan algo de corriente, en Valencia le encantan las balsas, naturales o artificiales, siendo el único anfibio que se puede ver en plena ciudad, en las balsas o estanques de los parques y jardines.

Como curiosidad añadir que según en qué zona las encontremos, las ranas van a tener diferentes tonos de color, desde diferentes tonos de verde a diferentes tonos de marrón, aunque siempre suelen tener manchas negras y una linea verde brillante que les recorre la parte superior de la cabeza.

2.- El sapo corredor

El sapo corredor (Epidalea calamita) es junto a la rana, un anfibio abundante en Valencia, pero no por ello fácil de ver. Este sapo sale de noche, sobretodo si hay bastante humedad, y es entonces cuando este bonito anfibio, que corretea en vez de saltar (de ahí su nombre) y de preciosos ojos verdes y diseño verdoso jaspeado en la piel, sale a cazar insectos.

Por lo que yo he podido ver, le encantan las hormigas, muchas veces se queda quieto al lado de una hilera de hormigas y se dedica a comérselas mientras van pasando. Esto es muy cómodo si señor. Este sapo en Valencia vive sobretodo en terrenos llanos, como la huerta o el monte bajo, donde tenga buenos escondrijos.

En primavera, después de fuertes lluvias, es fácil ver en charcos los pequeños y negros renacuajos (muchas veces cientos) charcos que acabaran secándose y aunque parece que los sapos corredores hayan puesto los huevos en el peor sitio posible, los renacuajos pueden convertirse en sapitos en poco más de un mes y eso, es una gran ventaja, siempre que llueva lo suficiente claro.

3.- El sapo común

El sapo común (Bufo spinosus) es el gigante entre los anfibios, yo una vez capturé y pesé a una hembra de 292 gramos, más ancha que la palma de mi mano y quizá por eso le deberían haber llamado sapo gigante o sapo goliat, porque de común tiene más bien poco.

La cantidad de gente del campo que me había contado que de noche o después de llover lo más normal era encontrarse con sapos (gripaus en valenciano) en las huertas y en los mismos pueblos, y sin embargo ahora parece que se hayan esfumado en la huerta porque ya casi no se ven, y eso que antes entraban hasta en los jardines y en los garajes. Ahora son más abundantes en zonas de montaña más apartadas al interior.

Añadir como dato que en Valencia es el sapo que, lamentablemente, más he visto atropellado.

4.-  El sapo partero común

En la provincia de Valencia encontramos al sapo partero común (Alytes obstetricans) llamado «tótil» en valenciano. Pequeño, regordete y discreto, un padre entregado, llevando en sus patitas de atrás los huevos y cuidándolos de cualquier mal, y gracias a su pequeño tamaño (no mas de 5 cm) encuentra escondite casi en cualquier sitio.

Habitante sobretodo de las zonas de huerta de regadío, como los campos de arroz y los naranjos , donde a partir de la primavera hasta prácticamente el otoño se pueden oír cómo se llaman unos a otros con un “pip”…”pip”…”pip”. canto muy simpático que parece más algún pajarillo.

En cuanto a su abundancia en Valencia, afortunadamente hay bastante, aunque como es tan pequeño pasa bastante desapercibido. Es más fácil ver los renacuajos, que son bastante grandes por cierto, en balsas de riego y acequias, lo malo es que en muchas huertas de Valencia han dejado de usar la tradicional balsa de agua y acequia para usar otros sistemas como el riego por goteo, dejando en muchas sitios a estos sapitos sin sitio donde reproducirse.

5.- El sapillo moteado común

El sapo invisible para muchos y cuando tienen la suerte de verlo, piensan que es una ranita. El sapillo moteado común (Pelodytes punctatus-hespericus) llamado gripauet en valenciano, es esbelto, delgado y atlético, con unos enormes ojos saltones con la pupila vertical y unas manchitas color perejil sobre la piel verdosa, hacen de este sapillo unos de los anfibios más bonitos que hay.


Encontrar a este no es cosa fácil, solo a principios de primavera, en algunas zonas montañosas concretas del interior de Valencia, es posible que durante el día levantando alguna piedra lo sorprendemos y como con todos los anfibios de noche es más probable verlo.

6.- El sapo de espuelas

El sapo de espuelas (Pelobates cultripes) o gripau cavador como se le llamaría en Valencia, este animal ya es de los más escasos que hay, como le gusta enterrarse, solo algunas zonas de tierra suelta o arenosa son cómodas para este animal, y aunque en Valencia hay mucha playa, la contaminación, las carreteras y animales como los cangrejos de río americanos han dejado a este precioso sapo casi extinguido en esta provincia.


Yo solo lo he encontrado en un sitio, y simplemente decir que es una pena, porque es un anfibio espectacular, con sus enormes ojos y el precioso color jaspeado marrón o verdoso sobre fondo claro.

7.- El gallipato

Aquí tenemos al único urodelo (anfibio con cola) de la provincia de Valencia, el gallipato (Pleurodeles waltl) o como se dice en valenciano “ofegabous” cuya traducción en castellano es ahogador de toros, ya que por lo que me han contado, a veces el ganado al beber de una fuente o de una balsa , sin querer se tragaba al gallipato, y este, asustado, abría las costillas en la garganta del pobre toro, que tosía y tosía hasta que el gallipato salia escupido al agua de nuevo.


Una historia curiosa, pero que ahora difícilmente se repetiría, ya que en Valencia el gallipato es muy raro, lo he encontrado en algunas balsas naturales del interior, pero se ve que con el abandono de la ganadería en muchos sitios las albercas y las fuentes para que el ganado bebiera donde antes vivían estos grandes tritones han desaparecido, restando lugares donde vivir.

8.- El sapillo pintojo meridional

A decir verdad, a este anfibio sapillo pintojo meridional: (Discoglossus galganoi jeanneae) todavía no lo he podido encontrar en ningún punto de la provincia de Valencia, y aunque lo he buscado durante casi dos años, ni rastro. Por lo que se ve es un animal que está muy poco representado en esta provincia y su gran parecido con una rana hace fácil una confusión, aun así, existe, así que ya lo encontraré.

Discoglossus jeanneae

Créditos: BennyTrapp -Wikipedia-

Y estas son las especies de anfibios que habitan en la provincia de Valencia, de las cuales, tan solo la rana común, el sapo corredor y el partero se podrían considerar como “relativamente” abundantes, siendo mucho más escasos y localizados el sapillo moteado y el gran sapo común, y estando en peligro de desaparecer el sapo de espuelas y el espectacular gallipato. El sapillo pintojo es sin duda el más raro y apenas conocido de los anfibios valencianos.

No son muchas especies, y la mayoría pasan muy desapercibidas, pero forman parte de la biodiversidad de esta zona, y cada vez hay menos, aprendamos pues a interesarnos por ellos, a conocerlos, a apreciarlos y finalmente a respetarlos y a luchar para que no desaparezcan. Si has leído hasta aquí te mereces ver mi vídeo resumen en mi nuevo canal de Youtube: «Los amigos de los anfibios«.

Pienso que con medidas sencillas, de ninguno o escaso coste económico, se podrían recuperar muchas poblaciones de ranas, sapos y gallipatos en Valencia. Todos podemos colaborar en nuestra tierra para darle un futuro a esta otra naturaleza.

¿te apuntas? ¡Comparte!

Javier Burgos Fernández.

Y si sigues interesado en esta zona, no dejes de consultar nuestro artículo y vídeo resumen «Rescatando anfibios y reptiles por Valencia», del pasado mayo.

-Junio de 2017-