Encuentros con la salamandra rabilarga (Chioglossa lusitanica)
En nuestro reciente viaje a Portugal y Galicia, del que ya te hablamos en nuestro anterior artículo sobre «Anfibios de Portugal«, obtuvimos tanta cantidad de material gráfico y filmado sobre la salamandra rabilarga (Chioglossa lusitanica) que merece un capítulo aparte en este Blog.
La joya anfibia portuguesa por antonomasia es La salamandra lusitana o rabilarga (Chioglossa lusitanica). Existen dos subespecies, una al norte del río Mondego en Portugal, C. l. longipes y otra al sur, C. l. lusitanica. Además del rango de distribución, se diferencian porque la subespecie septentrional posee las patas y los dedos más largos.
Salamandra rabilarga (Chioglossa lusitanica lusitanica) sobre una piedra de mineral de hierro… Portugal.
Este extraño anfibio urodelo tiene cuerpo exageradamente alargado y cilíndrico, en el que destaca su larguísima cola, nos sorprendió comprobar que puede llegar a representar 2/3 de la longitud total de unos 12 cm que los ejemplares alcanzan por regla general en la edad adulta.
Chioglossa lusitanica lusitanica…
Destacan sus dos bandas doradas longitudinales (sobre un fondo pardo oscuro), que se unen al final de la espalda para formar una sola línea dorsal en la cola. De hecho se cree que la cola tan larga sirve para proporcionar al animal un «escape» contra algún depredador, ya que puede desprenderse si se le agarra. El fenómeno se llama “autotomía caudal”, y se produce en vertebrados como las lagartijas para despistar a un potencial depredador.
La cola de la salamandra rabilarga crecerá de nuevo rápido, pero es importante destacar que los anfibios también almacenan grasas en sus colas, además en este caso, la cola le sirve como medio de locomoción acuática: al agitarla de un lado y otro se mueve con mayor soltura y rapidez en el agua, donde le encanta estar ya que nada muy bien. Gran parte de su respiración la hace a través de la piel, con lo que puede estar varios minutos en el agua sin necesidad de salir a la superficie a respirar.
Su vida se le asocia a arroyos limpios y fríos (con buena cantidad de oxígeno), por lo que se la considera un bioindicador de la calidad del agua y de la salud del ecosistema donde habita, en general.
Para encontrar a la salamandra rabilarga hay que «mojarse»…
Como pudimos observar, la salamandra rabilarga (chioglossa lusitanica) es muy diferente de cualquier otra salamandra peninsular o europea en todos los sentidos (morfológico, genético, biológico, de comportamiento…)
A primera vista, según su morfología, se diría que es un descendiente lejano de las salamandras de la familiaPlethodontidae, Las salamandras apulmonadas americanas compuesta por unas 453 especies…
Créditos: Batrachoseps attenuatus (California Slender Salamander) by Ryan Kaldari
Sea como fuere, está aquí, es patrimonio de todos y te vamos a contar nuestros fascinantes encuentros con nuestra protagonista de hoy.
Nuestro primer encuentro con la salamandra rabilarga fue sin duda uno de los momentos más especiales para mi, ya que nunca había podido observarla en vivo, y además, pude visitar la zona donde hay la mayor concentración mundial de la especie, las minas romanas cercanas a Oporto: cientos de galerías y túneles repartidos por varias montañas y cuya localización exacta no la mencionaremos para preservar la zona de potenciales «intrusos».
La oscuridad se presenta frente a nosotros…
El hecho es que, según pudimos observar, esta especie se desenvuelve perfectamente en galerías, grutas y cuevas con casi un 100% de humedad relativa, muchas piedras para refugiarse y corrientes de agua. Y como comprenderás, las minas abandonadas son una elección excelente.
Así que nos adentramos en las minas romanas, en una oscuridad absoluta y poco espacio y pronto el mundo oculto de este anuro en la mina se iluminó para nosotros.
Había cientos de huevos tanto debajo de las piedras como el las paredes de la mina. Las larvas se contaban por miles y los ejemplares adultos y juveniles aparecían por doquier…
Huevos con larvas en mitad del desarrollo…
Perlas vivientes que no muchos aficionados ha contemplado en su vida. ¡Un regalazo a la vista que compartimos contigo!
Puesta reciente de 24 o 48 horas. Se puede observar que la larva aún no a comenzado el desarrollo…
Las hembras hacen puestas de entre 12 y 18 huevos y según la literatura publicada, la incubación dura entre 2 y 3 meses. las larvas crecen rápido y antes del año de edad ya tienen un tamaño adecuado para reproducirse.
Huevos, larvas… ¡qué maravilla!
Sobre su longevidad, hay varias afirmaciones, pero ninguna habla de más de 4-5 años de vida de los individuos. Vive rápido y se reproduce rápido.
Hembra adulta rodeada por algunos huevos…
El lugar y la especie son únicas. Las paredes llenas de minerales y hierro (donde también se encontró oro en su día), agua chorreando por todas partes y un silencio mágico, hacen de esta experiencia una de las más especiales que hemos tenido.
Primer plano de la cabeza y ojos de la salamandra rabilarga…
Después de un rato con un 100% de humedad ambiente, las luces eléctricas y las cámaras empezaron a fallar y nos vimos obligados a salir de las minas al exterior.
Anduvimos también por las proximidades de las minas e investigamos por las cercanías de los arroyos que bajaban de la montaña y, ¡sorpresa! vimos otros tantos ejemplares, siempre al lado de zonas húmedas o corrientes de agua.
Pareja de salamandras rabilargas
La siguiente imagen es una de esas fotos que expresan la felicidad más absoluta. Gracias José lemos por la instantánea. 🙂
Preciosos y fascinantes animalitos…
Al día siguiente, y todavía con la felicidad en el cuerpo, fuímos hacía el norte para ver si podíamos también fotografiar esta especie en tierras Gallegas. Gracias al consejo de Rafael Vázquez Graña, que no pudo acompañarnos, y a la buena guía de Emilio Ramírez Oviedo, también pudimos disfrutar de esta asombrosa especie…
Chioglossa lusitanica longipes. Fotografía tomada en Galicia (Lugo) gracias a la compañía de Emilio Ramírez Oviedo y el consejo Rafael Vázquez Graña.
En este caso estuvimos por la zona de Lugo y, en lo que nunca hubiésemos imaginado que pudiera habitar la salamandra rabilarga, ya que era un minúsculo arroyuelo (eso sí en una zona muy húmeda) encontramos varios ejemplares juveniles…
Había varios debajo de las piedras del curso de agua y en el lecho de la corriente y disfrutamos Emilio y yo de otro momento mágico en nuestro viaje.
Chioglossa lusitanica longipes. Es curioso como el color se asemeja al entorno de los lechos de los arroyos donde viven…
Chioglossa lusitanica longipes. Los juveniles se arremolinaban formando parejas, tríos y grupos en algunas ocasiones…
En la zona esta especie coexiste con la rana patilarga (Rana iberica)…
Rana patilarga (Rana ibérica)
…y con la salamandra común, que salió a «saludarnos» nada más llegar.
Salamandra salamandra gallaica
En definitiva una experiencia inolvidable que también pudimos filmar y que puedes ver en este vídeo de nuestro canal de youtube. Si has leído hasta aquí, te lo has ganado. 😉
Portugal es un país espléndido en todos los sentidos y tras nuestro viaje herpetológico a la costa norte (distrito de Oporto) hemos quedado tan encantados que no podíamos dejar de escribir un artículo a tal efecto, para compartir nuestra experiencia.
El distrito de Oporto, en el mapa de la Península Ibérica
El clima oceánico y mediterráneo que Portugal comparte con el resto de la Península Ibérica, así como la falta de fronteras naturales (grandes cordilleras) y otros aspectos geológicos, hacen que este país comparta muchísimas especies de flora y fauna con España.
De hecho, a nivel herpetológico, todas las especies de anfibios autóctonos de Portugal están presentes en España.
El fin de semana del 18 de febrero de 2017 nos fuimos a Portugal en un viaje inesperado, como titulamos, dado que nuestra primera intención era ir hacia el noreste de la península Ibérica, subiendo por Soria hasta País Vasco. Como las temperaturas sorianas todavía no eran adecuadas para ver anfibios, decidimos cambiar radicalmente nuestra ruta y visitar otra zona de interés para nosotros: la costa norte de Portugal.
Antes de nada, si quiere echa un vistazo al vídeo de nuestro canal en Youtube...
Y el viaje no defraudó: de las 19 especies autóctonas de anfibios de Portugal pudimos observar la satisfactoria cifra de 14, en los dos días con sus noches que duró la «expedición» al distrito de Oporto (en verde las observadas):
Salamandra común (Salamandra salamandra)
Salamandra rabilarga o lusitanica (Chioglossa lusitanica)
Gallipato (Pleurodeles waltl)
Tritón ibérico (Lissotriton boscai)
Tritón palmeado (Lissotriton helveticus)
Tritón jaspeado (Triturus marmoratus)
Tritón pigmeo (Triturus pygmaeus)
Sapo partero ibérico (Alytes cisternasii)
Sapo partero común (Alytes obstetricans)
Sapo de espuelas (Pelobates cultripes)
Sapillo pintojo (Discoglossus galganoi)
Sapillo moteado (Pelodytes punctatus)
Sapillo moteado ibérico (Pelodytes ibericus)
Sapo común (Bufo spinosus)
Sapo corredor (Epidalea calamita)
Ranita de San Antonio (Hyla molleri)
Ranita meridional (Hyla meridionalis)
Rana Ibérica (Rana iberica)
Rana verde común (Pelophilax perezi)
Es decir, sólo nos quedo por disfrutar, por decirlo así, las 4 especies más «sureñas», que lógicamente por distribución no podíamos ver, más la ranita de San Antonio (Hyla molleri), que por la temperatura (todavía algo baja) ni apareció ni se la oyó.
Así que, ¡imagínate la suerte que tuvimos! 😉
Como iba comentando, una vez decidido el viaje, lo primero fue contactar con fotógrafos de naturaleza y entusiastas de la herpetología para ver si podíamos conocerles y bichear juntos. Por suerte la respuesta fue positiva y ni que decir tiene que el trato recibido por su parte (sin conocernos en persona) ha sido encantador.
Con Vitor (centro) y José (derecha)
Queremos dar las gracias especialmente a Nuno, José y Vitor por su compañía, consejo y guía en nuestras dos jornadas de bicherío lusitano.
DÍA 1, NOCHE:
Este viaje inesperado empezó en Mindelo…
Mindelo es una Reserva Ornitológica situada al sur de la desembocadura del Río Ave. En 1957 fué la primera área protegida establecida en Portugal. Aunque al principio era un «área forestal», en 2009, se convirtió en parte del paisaje regional protegido. Como comprenderás, tiene un gran valor natural, histórico y simbólico para los naturalistas y ciudadanos portugueses. Y nosotros teníamos muchas ganas de conocerla…
Lo que más nos llamó la atención fue que, aunque es una zona que principalmente sirve de refugio a especies de aves autóctonas o migratorias también tiene una gran abundancia y diversidad de especies anfibias justo al lado del mar.
Además, está prohibida la circulación de vehículos por la zona, lo que ha ayudado mucho a la conservación de estas especies, ya que muchas de ellas se reproducen en los propios caminos colindantes.
De hecho, era la primera vez que veíamos salamandra común tan cerca de la orilla del mar; se podría decir que viven «entre las dunas de la playa», aunque realmente moran justo en el límite entre ellas y el bosque cercano.
Amanece cerca de la playa…
Es por lo tanto normal verlas con el cuerpo lleno de arena de playa, como puedes ver en esta imagen…
Las salamandras de la costa de Oporto son de la subespecie «gallaica» (Salamandra s. gallaica), que adopta el nombre por distribuirse principalmente en Galicia y Portugal.
Sin duda observarlas en estos entornos fue muy interesante y sorprendente para nosotros, acostumbrados a verlas en bosques de interior y montañas, pero en ningún caso ¡en plena línea de playa! 😮
Otros habitantes anfibios de la costa norte de Oporto observados fueron el tritón palmeado (Lissotriton helveticus) y el tritón ibérico (Lissotriton boscai).
Ambos fueron observados conviviendo y reproduciéndose en las mismas charcas. También tuvimos la suerte de observar a nivel del mar varios tritones jaspeados (Triturus marmoratus).
En la imagen dos hembras adultas de este bello urodelo…
Una auténtica maravilla de urodelos, que se encontraban tanto en charcas algo más profundas como en pequeños charcos creados en los caminos tras las recientes lluvias.
Algunos tritones jaspeados estaban rodeados de renacuajos…
De hecho, muchos charcos estaban repletos de renacuajos de sapo corredor, larvas de salamandra, de tritón… ¡La primavera había llegado!
larvas recientes de sapo corredor…
Larva de salamandra y adulto de tritón palmeado…
Al final de la noche algunos sapos corredores(Epidalea calamita) de inusual coloración también aparecieron por la zona …
DÍA 2:
Al día siguiente ya fuímos a la zona de Valongo, a bichear por unos valles cercanos…
Lo que más nos sorprendió de esta zona fue la población de «sapos negros» como nos gustaba llamarla que residía en uno de estos valles, junto al río. Como puedes ver en esta imagen, había algunos ejemplares que carecían del representativo patrón y coloración de sapo común(Bufo spinosus) : la piel más lisa de lo habitual y un patrón cromático negro azulado que pudimos capturar con nuestra cámara.
De los 8 o 9 sapos comunes que vimos, solo dos tenían un patrón más típico para la especie. El resto muy «negros»…
Un sapo juvenil tenía un patrón «rojizo» muy bonito…
Además, pudimos disfrutar también de otras especies como el Sapo Partero (Alytes obstetricans), que encontramos con cierta asiduidad…
Y otra bonita salamandra salió a saludar junto al río, antes de irnos a descansar…
DÍA 2, NOCHE:
El segundo día, en nuestra última noche, visitamos otra área más al norte, todavía cerca de la costa.
Nuno y José en acción…
Pero esta salida tenía el objetivo, además de fotografiar anfibios, de visitar varios pozos de regadío para rescatar anfibios atrapados.
José Lemos y Nuno Xabier hicieron una labor extraordinaria y pudimos rescatar más de 10 gallipatos (Pleurodeles waltl), otras tantas Salamandras comunes y alguna rana y sapo caído.
Por desgracia no pudimos salvar a todos…
Por lo demás, nos fascino la abundancia de Gallipatos que había. Sin duda era la especie con mayor abundancia de la zona y parece ser no es muy común por allí, según palabras de los amigos portugueses.
Por otro lado, los sapillos pintojos (Discoglossus galganoi) eran especialmente bonitos y abundantes. Había de los dos tipos: manchados y rayados. Ambos preciosos, que nos dejaron ser fotografiados y que compartimos contigo…
Sapillo pintojo rayado, con sus tres franjas longitudinales características
Sapillo pintojo moteado, con sus manchas en forma de «trébol»…
También vimos algún Sapo de espuelas (Pelobates cultripes) adulto in the water, buscando pareja…
Hacía sin embargo un poco de frío para ver ranitas de San Antonio, una pena no poder verlas, pues la zona era muy connatural a la especie y según nos comentaron Nuno y José, eran también muy abundantes. De todas formas os dejamos una foto de la Hyla meridionalis fotografiada dos dçias antes en Plasencia (Extremadura).
La Salamandra gallaica también se dejó ver por la zona…
Y para terminar la noche otro regalazo a los sentidos. El pequeño y esquivo sapillo moteado(Pelodytes punctatus) que fué sacado en último lugar del pozo de agua ¡Increíbles colores!
¡Verde que te quiero verde!
¡Qué viaje..!
Si has leído hasta aquí, te preguntarás cómo es que no hemos hablado de la joya anfibia portuguesa por antonomasia: La salamandra lusitana o rabilarga (Chioglossa lusitanica).
Pues decirte que, debido a lo especial de este especie y a la gran cantidad de material fotografiado y filmado en Portugal y Galicia, nos reservamos esté contenido para un artículo específico. La Salamandra rabilarga merece un capítulo aparte en este viaje inesperado… y en este Blog. Muy pronto lo publicaremos…
Descubriendo a los anfibios de la Sierra de Andújar, salida herpetológica por el Parque Natural (febrero 2017).
Artículo actualizado a 28 febrero de 2022.
La Sierra de Andújar y sus anfibios, ¡nada más y nada menos! Con motivo de mi viaje a Andújar a inicios de febrero de 2017, junto con compañeros de la carrera de Biología, en busca del lince ibérico, hemos podido invertir las pocas horas libres disponibles en la búsqueda de la tan interesante fauna y flora que conforman este territorio. En este post nos centraremos en los anfibios.
El Parque Natural de la Sierra de Andújar, situado en la provincia de Jaén, representa la extensión vegetal natural más elevada de Sierra Morena (74774.0 ha).
Presenta una gran belleza paisajística caracterizada por especies vegetales como la encina, el alcornoque o el quejigo entre las que aflora a menudo el sustrato granítico. Bosque, monte bajo, dehesa o paisajes de ribera se manifiestan en esta zona de la región mediterránea, propiciando una elevada diversidad tanto vegetal como animal.
Territorio principalmente conocido por ser poseedor de la mayor población mundial de lince ibérico (Lynx pardinus), y especies amenazadas como el águila imperial ibérica (Aquila adalberti), el águila real ibérica (Aquila chrysaetos homeyeri) o el buitre negro (Aegypius monachus).
Si bien unas pocas especies aglomeran gran parte de la atención política y social, hay en La Sierra de Andújar otras tantas menos conocidas, que no por ello dejan de ser un gran valor natural digno de recibir el mejor de los estudios.
Realizada esta pequeña introducción nos adentraremos en el tema por el cual todos esperabais, los anfibios…
Empezaremos por mencionar los anfibios que se encuentran en el Parque Natural de la Sierra de Andújar, así como los que hemos observado o escuchado durante la estancia.
Fotografiando un precioso macho de tritón pigmeo (Triturus pygmaeus)
Nuestros breves censos, a inicios de febrero, han comprendido zonas anexas a Los Pinos y el Encinarejo principalmente. Con tiempo lluvioso y una humedad relativa considerable. Al ser gran parte propiedad privada, las carreteras han sido nuestro mejor aliado en el encuentro de la batracofauna local.
A lo largo de las vías de circulación se encuentran carteles de advertencia por ser zona de paso del lince ibérico, pero no sólo el felino es afectado por la conducción imprudente en las carreteras
Durante nuestras travesías por la calzada hemos podido encontrar hasta 5 especies de anuros diferentes, siendo el sapo corredor el más abundante. Siempre es un placer salir de noche y escuchar sólo la lluvia y los numerosos coros de sapo corredor, y en menor grado, de sapo partero ibérico.
Sapo corredor (Bufo/Epidalea calamita)
Sapo corredor (Bufo/Epidalea calamita)
Ranita meridional (Hyla meridionalis)
Sapo de espuelas (Pelobates cultripes)
Sapo de espuelas (Pelobates cultripes)
Sapo común (Bufo spinosus)
Otra gran amenaza para los anfibios de la zona son las trampas de caída, tales como piscinas. Ranas comunes, un sapo de espuelas, gallipatos y tritones pigmeos fueron hallados en estas construcciones. Que posteriormente habilitamos para la salida de los internos.
Un ejemplar de rana común (Pelophylax perezi) de los cientos que pudimos encontrar en una piscina
Gallipato (Pleurodeles waltl). Especie que puede llegar a medir hasta los 30 centímetros de longitud, éste era de unos 26 cm
Gallipato (Pleurodeles waltl), detalle de la cabeza
Gallipato (Pleurodeles waltl), otro ejemplar encontrado en una piscina diferente
Gallipato (Pleurodeles waltl) en la tierra
Tritón pigmeo (Triturus pygmaeus) en fase acuática
Un pequeño acto tan sencillo como facilitar la salida de las trampas de fauna puede ayudar mucho en la conservación y supervivencia de estos vertebrados. Una piscina bien habilitada puede servir como punto de reproducción para muchas especies
Con una cuerda y una tabla se pueden hacer grandes actos
Y la última especie de anfibio de la Sierra de Andújar que hemos podido ver, una a la que personalmente le tenía muchas ganas, fue la salamandra común -subespecie morenica-. La cual avistamos bajo un tronco ¡Preciosa!
Salamandra común (Salamandra salamandra morenica)
Salamandra común (Salamandra salamandra morenica)
Y estas fueron las especies que pudimos observar durante nuestra estancia en Andújar. Aunque el objetivo grupal era otro, ha quedado demostrado que siempre hay tiempo para la herpetología. Un paraje en el que en tan poco tiempo hemos podido ver tal cantidad de batracofauna debe ser conservado. Esperamos que cuando visitéis este lugar tan espectacular siempre tengáis en cuenta que detrás de él existe un mundo anfibio maravilloso.
Deseamos que este artículo sobre los anfibios de la Sierra de Andújarpor el Parque Natural te haya gustado y te des cuenta de la gran diversidad anfibia que hay por el sur (muchos creen que sólo en el norte de peninsular hay anfibios; nada más lejos de la realidad) y si visitas esta zona algún día, siempre sea con respeto a la biodiversidad que nos rodea.
Entrevista a David Álvarez, coautor del documental «Los últimos dragones de Oviedo» junto a Jorge Chachero.
En Bicheando.net te traemos hoy, para inaugurar nuestra serie de entrevistas bicheras en 2017, una interesante entrevista a David Álvarez, que junto a Jorge Chachero han presentado hace poco el maravilloso documental «Los últimos dragones de Oviedo», una película que nos acerca a las últimas poblaciones de salamandra común que siguen habitando hoy en día en ecosistemas urbanos, en este caso la ciudad de Oviedo, desde la fundación de la ciudad en el siglo VIII.
David es Doctor en Biología por la Universidad de Oviedo. Ha trabajado como investigador en varios centros españoles y extranjeros, como en la Universidad de Glasgow, donde tuvo una beca postdoctoral entre 2002 y 2005. Actualmente alterna la investigación con el trabajos como consultor medioambiental. Ha publicado más de 30 artículos científicos, varios libros y artículos divulgativos y es el responsable del blog y la página de Facebook “Naturaleza Cantábrica”.
Vamos a sumergirnos en el proceso de creación y grabación de este gran documental y a conocer un poco mejor a sus creadores…
Buenos días David, muchas gracias por concedernos esta interesantísima entrevista… y hablando de agradecimientos, a quién va dedicado este estupendo documental y a quién tienes que agradecer su ayuda o consejo para haber podido llevar a cabo con éxito éste reportaje.
Gracias a vosotros. Pues este documental va dedicado a todas las personas que hicieron posible que pudiéramos sacarlo adelante, desde los amigos que nos animaron, a los investigadores que trabajan con las salamandras y por supuesto al Ayuntamiento de Oviedo que lo hizo posible.
Jorge Chachero probando la cámara, en Oviedo…
Que rodáramos el documental fue fruto de un cúmulo de casualidades. Un día me encontré en una sidrería con un concejal del ayuntamiento de Oviedo y literalmente le asalté para contarle la historia de las salamandras de la ciudad. No tenía nada que perder y en ese momento estábamos haciendo un estudio genético sobre la población y como suele ocurrir apenas teníamos financiación para llevar a cabo los análisis.
Le comenté que al tratase un tema muy relacionado con la ciudad podría resultar interesante y si había alguna convocatoria de ayudas municipales para poder llevarlo a cabo.
El caso es que le interesó la idea y a partir de ahí tuvimos varias reuniones y el tema de las salamandras llegó al pleno del ayuntamiento.
Al final no conseguimos el dinero para el estudio científico (afortunadamente se pudo conseguir después) pero nos dieron una pequeña ayuda para realizar este proyecto divulgativo.
¿Porque teníais esta inquietud? ¿Hace mucho que lo teníais en mente?
El tema de las salamandras siempre me llamó la atención. Tanto su historia, como su significado mitológico, como su biología, y sobre todo la relación de estos animales con la ciudad.
Primer plano de una bonita variedad amarilla de Salamandra común. Créditos: David Álvarez.
Hacía tiempo había visto un pequeño reportaje sobre unos alemanes que venían a Oviedo para ver las salamandras y pensé que nosotros podríamos hacer algo mejor contando toda la historia. Y al final salió adelante.
Si, ese documental a mi también me impresionó… ¿Cuál ha sido tu función principal en el documental «Los últimos dragones de Oviedo.»?
Yo he participado sobre todo en la elaboración del guion y en el desarrollo de la historia. Jorge ha llevado el peso de la parte más técnica, de la grabación y el montaje.
David en compañía de Marcos Cabal, autor de la banda sonora y los efectos sonoros.
Cuéntanos quien eres, en qué trabajas actualmente y si esto de tus redes sociales y documentales es hobby o profesión (o ambas) jeje.
Yo soy doctor en biología y durante muchos años me he dedicado a la investigación y a la docencia en la Universidad. Desde hace unos 5 años trabajo como consultor ambiental, realizando trabajos relacionados con la conservación de especies, censos, etc. De todas formas no he abandonado la investigación y durante estos años he seguido participando en algunos proyectos con otros amigos investigadores y publicando algunos artículos, sobre todo sobre anfibios y aves marinas.
Lo de las redes sociales también empezó por casualidad, nunca lo consideré una profesión, sino una manera de divulgar las cosas que me interesaban.
El tema de los documentales por ahora es más hobby que profesión, pero nunca se sabe lo que puede pasar en el futuro. Nos gustaría a los dos podernos dedicar profesionalmente a esto, pero somos conscientes de que es prácticamente imposible.
Jorge, en pleno trabajo de campo…
Muchas veces la gente se pregunta si cuesta mucho realizar un documental de estas características, ¿Nos puedes dar alguna cifra en tiempo, dinero, recursos, etc.?
Es muy difícil dar una cifra, porque depende mucho del documental que quieras hacer, la especie con la que trabajes y los lugares a donde quieras ir a grabar.
En el caso de “Los últimos dragones de Oviedo” no tuvimos que desplazarnos muy lejos y eso fue una ventaja. Todo el proceso, desde elaboración del guión, grabación, montaje, locución, etc. llevó aproximadamente un año. Muchos de los recursos, como cámaras, drones y ordenadores ya los tenía Jorge, por lo que gran parte de la inversión ya estaba hecha.
Muchas horas a la intemperie… Todo por la causa…
A pesar de todo tuvimos que comprar material específico para algunas cosas. Y luego están los días de grabación, que fueron muchos. No sabría decirte exactamente cuánto dinero costó hacer todo el documental, porque no hemos calculado el coste de las horas de trabajo, pero por dar una cifra podría rondar los 10.000 euros.
La verdad es que es poco y cualquier Ayuntamiento de España bien podría destinar este tipo de recursos a estas acciones. Será cuestión de que los ciudadanos y profesionales den la tabarra como tú hiciste para visibilizar esta otra naturaleza tan desconocida…
En tu caso, el documental está patrocinado por la Fundación Municipal de Cultura del Ayuntamiento de Oviedo. ¿Tuvisteis el apoyo necesario de las administraciones y el ayuntamiento desde el principio? ¿Has echado de menos algo en éste ámbito?
En este caso no tenemos ninguna queja, más bien todo lo contrario. Es cierto que hubo algunos grupos municipales que no vieron con buenos ojos que se gastara el dinero en un “documental sobre esos bichos”, pero al final creo que todos, incluso los más críticos, quedaron contentos con el resultado.
Desde el primer momento tuvimos el apoyo del concejal de cultura del Ayuntamiento de Oviedo, Roberto Sánchez Ramos y de Juan Vega, el director de la Fundación Municipal de Cultura. Estoy seguro de que si no fuera por ese apoyo y su interés, no hubiéramos podido hacer el documental.
Además de apoyo habéis tenido ya reconocimientos… como el Trofeo BICC Ronda-Madrid-México 2016 a la mejor película valorada por el público en la 28º Edición de la Bienal de Cine Científico de Ronda.Es estupendo, ¿verdad? ¿lo vais a llevar a algún otro festival?
Lo del premio de Ronda fue una sorpresa. Presentamos el documental poco después de terminarlo y cuando nos dijeron que éramos finalistas ya lo consideramos un premio. Lo que menos nos imaginábamos es que entre tantas películas, de varios países y de temas muy variados, fuéramos a ganar el premio del público.
Larva acuática de salamandra común. En la ciudad de Oviedo las larvas nacen completamente metamorfoseadas.
Lo cierto es que tendríamos que movernos más y mandarlo a otros festivales, pero tampoco tenemos mucho tiempo. Tienes que tener en cuenta que aparte del documental tanto Jorge como yo tenemos otros trabajos y esto lo hacemos en nuestro tiempo libre. De todas formas, creo que lo presentaremos a alguno más.
Y en cuanto al equipo… ¿cuántas personas han participado en el documental, entre cámaras, fotógrafos, guionistas, postproducción, biólogos etc.?
El grueso del trabajo lo realizamos entre Jorge y yo. Desde la redacción del guion a la filmación y el montaje. Jorge ya tenía experiencia como documentalista y como cámara tanto en tierra firme como debajo del agua y también se ha encargado del montaje y la postproducción. Él ha realizado una serie documental sobre el mar Cantábrico que es una gozada, y que ya ha sido emitida por la segunda cadena de TVE y tiene más proyectos terminados, sobre todo sobre la mar.
David, cuidando de una salamandra para el rodaje…
En otras partes del documental fue necesario contar con otras personas, como Marcos Cabal, que se encargó de realizar la banda sonora y los efectos de sonido y los 3 locutores que grabaron para los tres idiomas en los que lo presentamos: Miguel Angel Paniagua (castellano), Stephen Hughes (inglés) y Antón Caamaño (asturiano).
Además de la parte técnica, detrás del documental hay un importante trabajo científico. El mayor peso de esta parte, sobre todo la de genética, lo llevaron Guillermo Velo-Antón y André Lourenço, del CIBIO – Research Centre in Biodiversity and Genetic Resources, dependiente de la Universidad de Oporto, en Portugal.
Hace tan solo un par de semanas nos han aceptado un artículo en Molecular Ecology, una de las revistas científicas más importantes en ese campo, sobre la historia genética de las salamandras de Oviedo.
Respecto a la gente de «a pié» y la aceptación del proyecto por parte de la ciudadanía y los medios, ¿estáis contentos?
Muy contentos, no nos esperábamos esa respuesta por parte del público. Cuando estrenamos el documental en el Teatro Filarmónica de Oviedo fueron 600 personas. Un número increíble para el estreno de un documental y más increíble aún para un documental sobre salamandras.
Algunas poblaciones de salamandra común paren crías vivas; son «larvíparas» o «vivíparas»…
La respuesta de la gente ha sido muy buena y la de los niños en particular fue mejor aún. Hay algunos alumnos de colegios de Oviedo que tienen salamandras en el patio y que gracias al documental las protegen y como dicen ellos, “las cuidan”. Solo por eso ya merece la pena haber hecho la película
Y qué tal fue el rodaje y el proceso de grabación, ¿Muchas noches a la intemperie? ¿Qué ha sido lo peor y lo mejor de todo, si se puede decir así?
El proceso de rodaje fue bastante bien, sin demasiados percances aunque con los problemas lógicos con los que te encuentras al hacer un documental de animales. Uno de los problemas con los que nos encontramos es que la época de máxima actividad de las salamandras, cuando tienen lugar los partos y los apareamientos es el otoño.
Las noches húmedas o lluviosas con las ideales para disfrutar de estos duendecillos en Oviedo.
Ellas salen las noches de lluvia y no demasiado frías. Pues los dos últimos otoños fueron extremadamente secos, sin apenas precipitaciones, y lo que parecía más sencillo, que era grabar a las salamandras por la noche se complicó, por la simple razón de que no las encontrábamos. Tuvimos que salir muchas noches en las que no las encontramos, pero siempre se aprovecha el tiempo para grabar recursos: gente, luces de la ciudad, lluvia, etc. También hubo varios días de rodaje fuera de Oviedo, en el monte, en la nieve, con los drones.
No creo que haya una parte mala, quizás partes más aburridas, como el montaje. Cuando quieres ver el resultado final y todo se retrasa. Lo mejor, sin duda haber trabajado mano a mano con Jorge en este proyecto común. Nos conocemos hace muchos años y ha sigo un gustazo compartir esta experiencia con él.
¿Alguna anécdota que recuerdes y se pueda contar..?
Hubo muchas anécdotas, pero quizás la más curiosa fue cuando fuimos a grabar dentro del Monasterio de San Pelayo, donde se asienta una de las poblaciones más singulares de salamandras de la ciudad, que lleva aislada más de 1000 años entre los muros de ese monasterio.
La iluminación ha de ser perfecta con estos animales tan pequeños…
Ten en cuenta de que se trata de un monasterio de clausura en el que muchas de las monjas no salen nunca y en el que no puede entrar la gente de fuera salvo en circunstancias muy especiales.
Cuando empezamos el trabajo científico, en el que yo quería conseguir una muestra de salamandras del monasterio, porque era consciente de su aislamiento,
llamé a la Abadesa del convento, Rosario del Camino, para concertar una cita con ella y comentarle el tema.
Aunque al principio quedó un poco sorprendida, al final me dio permiso para entrar y hacer el muestreo y todo salió muy bien. A partir de ese momento nos vimos varias veces para hablar de salamandras y siempre nos dio todas las facilidades para el trabajo y mostró mucho interés.
Cuando surgió la posibilidad de grabar el documental volvimos a hablar con ella y primero nos dijo que solo podríamos grabar los patios pero que lo de grabar a las monjas no lo tenía muy claro y dependía de que ellas quisieran. El caso es que grabamos durante una tarde pero nos faltaba lo que queríamos, que era la imagen de una monja caminando por el monasterio. Y al final una de ellas, tan amable como el resto, accedió a que la grabáramos y tuvo la paciencia de repetir la escena unas cuantas veces.
David, preparando el setup para rodar la escena final del parto de la salamandra…
La verdad que nosotros en Bicheando.net sentimos una especial atracción por el género salamandra s. las leyendas que rodean a este animal desde la antigüedad, así como las singularidades de cada una de las subespecies de salamandra de la península ibérica son alucinantes para cualquier aficionado a la herpetología. ¿Te acuerdas cuando fue tu primer encuentro con una salamandra..?
Si te digo la verdad no lo recuerdo, seguramente de niño, porque es un animal bastante abundante. Lo que si me acuerdo es cuando vi la primera en Oviedo. Tendría unos 18 años y estaba una noche de copas con los amigos por el casco antiguo. Y de repente, en medio de la calle, al lado de la catedral me encontré con una de ellas. Me quedé tan sorprendido de verla en medio de la ciudad que recuerdo cogerla y ponerla en un pequeño jardín que había cerca. Después de ese día me puse a buscar en libros (de aquella no había internet, ahora sería mucho más fácil) y encontré las primeras referencias a “la salamandra de Oviedo”.
¿Cuál es la especie autóctona de hérpeto para tí, en general, que más te atrae, como investigador?
La primera especie con la que trabajé como investigador fue el Sapillo pintojo (Discoglossus galganoi) y como ha ocurrido muchas veces en mi vida, por pura casualidad. Encontramos unos renacuajos en un charco cuando yo había empezado a ir por el departamento y decidimos hacer un experimento para ver el efecto de la dieta en el crecimiento y la metamorfosis. A partir de esos trabajos publiqué mis dos primeros trabajos científicos “serios” en revistas internacionales, uno en Functional Ecology y otro en Oecología.
Luego trabajé en varios proyectos de investigación con anfibios y sobre todo con la Rana bermeja (Rana temporaria) sobre los efectos del cambio climático en las poblaciones de montaña, sobre plasticidad fenotípica y depredación. También hice algunas cosas con Sapo común y últimamente con las salamandras.
¿Hay todavía alguna especie española que todavía no hayas podido observar en la naturaleza y te mueres de ganas de verla?
Sin duda la Víbora hocicuda. Me encantan las víboras pero donde yo vivo solo tenemos la Víbora de Seoane. Las víboras me parecen unos animales preciosos, en general la mayoría de las serpientes, pero las víboras más.
Víbora hocicuda (Vipera latastei) Créditos: Alejandro García
Cambiando de tema… Nos gusta mucho el proyecto del que eres creador www.naturaleacantabrica.es y su perfil en Facebook y te seguimos asiduamente. Tiene contenidos de protesta sobre las barbaridades que se comenten contra la herpetofauna y la naturaleza en general. ¿Qué opinión tienes del status actual de protección y conservación de la biodiversidad en España y la Península Ibérica?
A pesar del estatus de protección del que gozan la mayoría de las especies de anfibios y reptiles, lo cierto es que no les sirve de mucho para garantizar su conservación.
Página web de Naturaleza Cantábrica
Los anfibios mueren a miles atropellados en las carreteras y en el caso de las serpientes o incluso las salamandras, aparte de la mortalidad natural, si alguna se cruza con un ser humano tiene muchas probabilidades de morir apaleada, independientemente de si está protegida o no.
¿Qué se podría hacer, en términos políticos y de las administraciones para mejorar este panorama?
Yo creo que la mejor estrategia para conservar nuestros anfibios y reptiles es la educación, sobre todo de los niños. Si ellos se dan cuenta de que aparte de ser unos animales muy útiles, tienen una biología fascinante y muchos de ellos son más bonitos que muchas aves o mamíferos, puede que la cosa cambie. Sin educación, desde casa, desde el colegio o desde las administraciones, seguiremos como hasta ahora.
¿Y qué podemos hacer cada uno de nosotros para ayudar a conservar más y mejor nuestros ecosistemas, fauna y flora?
Ser respetuoso con el medio ambiente y con los animales en general. Hay cosas tan lógicas, como no tirar basura al campo que no creo que haga falta repetirlo más. En el caso concreto de los anfibios, estamos ante un grave problema, que es el de las enfermedades emergentes, sobre todo la quitridiomicosis y los ranavirus, que está teniendo un efecto dramático sobre algunas especies como los sapos parteros.
El contagio de estas enfermedades se produce en muchas ocasiones al moverse de unas charcas a otras. Puede bastar incluso con no lavar las botas y entrar en dos charcas seguidas para transmitir la enfermedad.
A poder ser hay que evitar coger los anfibios con las manos y si fuera necesario se recomienda lavarse bien después. Si estáis interesados en el tema, hay mucha información en la red que se puede consultar libremente.
¿Crees que hay demasiada distancia entre los biólogos de carrera y los aficionados a la herpetología o los naturalistas? ¿crees que podrían colaborar más? ¿y valorarse unos a otros más?
Puede que sí, aunque siendo realistas, yo creo que en el caso de los herpetólogos la distancia entre aficionados e investigadores es menor que con otras especies. Un ejemplo lo tienes en el Servidor de Información de Anfibios y Reptiles de España (SIARE) que lleva la Asociación Herpetológica Española.
Creo que el trabajo de la Asociación tanto en la difusión del conocimiento gracias a sus magníficas publicaciones, como el papel en involucrar a científicos y aficionados en un proyecto como el SIARE es impecable.
La ciencia ciudadana es muy importante en este caso, proyectos de gran magnitud, como la elaboración de una base de datos de presencia, sobre fenología, sobre atropellos, etc, serían impensables sin la colaboración de los aficionados.
Ojalá que hubiera más colaboración y sobre todo que hubiera más divulgación del trabajo científico hacia los aficionados a la herpetología y al público en general. Pero soy optimista y creo que cada vez esa colaboración va a ir a más.
¿Bicheas mucho últimamente? ¿Qué zonas te gustan más? ¿Cuales te gustaría conocer?
Menos de lo que quisiera. Las zonas que más visito son las que tengo más cerca, sobre todo la costa y la cordillera. Aparte de los anfibios y reptiles, siempre fui muy bichero, y me gustan desde las aves a los mamíferos, a los insectos y los peces. De hecho, el verano pasado empecé a bucear con botellas y me pareció algo alucinante.
En cuanto a anfibios y reptiles, por ahora tengo pendiente un viaje en busca de la víbora hocicuda y también me gustaría visitar otra vez la selva de Centroamérica para ver dendrobátidos. Hace casi 10 años estuve en Costa Rica y me encantó.
Tenemos curiosidad e saber que opináis los científicos y divulgadores del televisivo Frank Cuesta. N0 es una pregunta trampa, jeje
Pues aunque no te lo creas nunca vi un programa entero de Frank Cuesta, solo vi alguna cosa en Youtube. Creo que hace una buena labor para dar a conocer algunos animales, como los reptiles, pero yo sigo siendo más clásico y me quedo con los de Attemborough, no te voy a engañar.
Por otra parte, algunas de las cosas que hacía con los bichos me parecieron demasiado circenses, y no me gustaron mucho. Aun así ya te digo que no conozco demasiado sobre él.
Ya terminando… la pregunta del millón que siempre hacemos al terminar la entrevista. ¿En que hérpeto te gustaría reencarnarte en tu próxima vida y por qué? 🙂
Pues ahí sí que me has pillado porque nunca lo había pensado…
Ser un hérpeto en España, sobre todo una serpiente, es una putada, así que puestos a imaginar no estaría mal reencarnarme en un Dragón de Komodo, pasearte por la playas de Indonesia sin que nadie te tosa, comer un búfalo de vez en cuando, tumbarte al sol sin pensar que va a llegar otro bicho a tocarte las narices…
Créditos: BBC.com.uk
Y por último… ¿Qué proyectos tienes para el futuro en cuanto a la realización de documentales? ¿Y en términos de investigación?
En cuanto a los documentales, estamos preparando uno sobre el Salmón atlántico y su historia y biología. Lo tenemos bastante avanzado pero necesitamos meterle un empujón. A ver si con suerte lo conseguimos acabar este año.
En términos de investigación, tenemos algunas cosas pendientes con las salamandras urbanas y también algún proyecto con otra de las especies con las que llevo trabajando toda mi vida, el cormorán moñudo, un ave marina.
Muchísimas gracias por dedicarnos tu tiempo, David. Mucha suerte con el Documental y con tu profesión y un honor haberte tenido hoy aquí.
Muchas gracias a vosotros, ha sido un placer.
—
Si quieres ver el documental «Los últimos dragones de Oviedo»y apoyar estas iniciativas divulgativas puedes comprar el DVD por solo 8€ en este enlace.
DVD «Los últimos dragones de Oviedo»
No te arrepentirás. Y si quieres seguir a David Álvarez, estos son sus perfiles sociales:
Tras la entrevista a Kike Garrándés, vamos a presentar hoy en Bicheando.net a nuestro tercer compañero en este reciente proyecto divulgativo: Alejandro García Salmerón, que esperamos en 2017 nos ayude a que el proyecto siga creciendo en cantidad y calidad, para llegar al máximo número de personas interesadas en la naturaleza y en esa pequeña biodiversidad que nos rodea.
Alejandro García Salmerón es un catalán que está actualmente a punto de acabar el grado de Biología Ambiental en la Universidad Autónoma de Barcelona. Miembro del Grup de Recerca de l’Escola de Natura de Parets (GRENP) hasta 2018. En 2016 empezó a colaborar con la Societat Catalana d’Herpetologia (SCH) elaborando un pequeño informe sobre las poblaciones de anfibios de Vallvidrera (Barcelona). Desde 2017 forma parte de la Junta Directiva de la SCH como vocal, donde ha llevado a cabo y hoy participada en varios proyectos herpetológicos.
Es un apasionado de la naturaleza y ocupa gran parte de su tiempo en comprender las leyes que la rigen, así como conocer cada día mejor la gran diversidad vegetal y faunística que nos rodea. Su cuaderno de campo y su cámara le acompañan allí donde bichea… 🙂
Pasemos a conocerlo un poco más…
Alejandro, ¿Tu afición por la biología y la herpetología viene de lejos o ha sido una afición tardía?
La atracción por el medio ambiente me viene de muy lejos. He tenido la suerte de que mi abuelo también es un apasionado por la naturaleza y podría decir que prácticamente desde que sé caminar él se ha encargado de transmitirme esos valores y sentimientos.
Alejandro de bicheo con apenas 8 años de edad
¿Algún recuerdo temprano..?
Yo soy de Barcelona, de un barrio en la falda de Collserola, y recuerdo cómo mi abuelo me llevaba muy a menudo por las mañanas a pasear por esta montaña, a la vuelta a casa los documentales de Félix Rodríguez de la Fuente en el televisor eran mi principal fuente de distracción durante la hora de comer.
Siempre he sido un chico curioso, con la mirada más pendiente de lo que me podía encontrar en el suelo que de prestar atención al frente. Las lagartijas pardas del parque de al lado de mi casa ya me conocían, igual que las pequeñas larvas de sapo partero, habían sido inspeccionadas varias veces por un niño de menos de medio metro que se dedicaba a «molestarlas».
La herpetología, de la manera como la conozco ahora empezó a interesarme a los 16 años, a raíz de mi treball de recerca de Bachillerato: les serps i el seu estudi etològic. Desde entonces el estudio de la diversidad, especialmente herpetológica, se ha vuelto mi pasión.
Alejandro con su abuelo Joaquín en el Parc de la Creueta del Coll, Barcelona
¿Porque estudias biología? ¿Crees que habrá trabajo cuando termines?
¿Sabes la frase de «búscate un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar en tu vida»? Pues con ésta puedo resumirte la respuesta a la primera pregunta.
Todo el mundo sabe que no es fácil ni la carrera de Biología ni la búsqueda de trabajo posteriormente. Seguramente hay un número de graduados muy elevado en proporción con la oferta laboral deseada por la gran mayoría, pero una ciencia que se dedica al estudio de algo tan extenso como es la vida por lógica presenta equivalentes salidas al mundo laboral.
El principal «problema» que le veo a la situación laboral de un biólogo es la temporalidad de la gran mayoría de los trabajos que puede desempeñar, ya que acostumbran a ser de naturaleza temporal.
¿De qué y dónde te gustaría trabajar?
Si te soy sincero, es una pregunta que me hago muy a menudo porque no la sé ni yo. Me gusta la conservación y me atrae también mucho el mundo de la filogenia y evolución, pero poco a poco, estoy seguro de que mis dudas se responderán solas con el paso del tiempo.
Como bien dices, la situación de los «científicos» en España, Cataluña no es la ideal… ¿qué opinas al respecto? ¿Qué oyes de tus compañeros en la universidad?
Tienes razón, tanto en Cataluña como en España la situación de los científicos no es como para poder presumir. Comparando con otros países, la financiación para la investigación nacional es muy baja, pero también creo que es un reflejo de la concienciación y el valor de importancia que le otorga la sociedad.
Mis compañeros de carrera tienen opiniones muy diversas, pero bien es cierto que la sensación de incertidumbre respecto a un futuro laboral está compartida y pocos tienen pensado se investigadores como objetivo, ya que a la dificultad de los años de carrera se le suman la necesidad de hacer un máster, una tesis doctoral y un postdoctorado.
Cambiando de tema… Respecto a la protección de la flora y fauna y de la biodiversidad, en Cataluña… ¿cómo lo ves? ¿Se está avanzando, en líneas generales? ¿Se hace lo suficiente para concienciar sobre los hérpetos y su importancia en los ecosistemas y como patrimonio de todos?
A grandes rasgos es la misma que en España. Si le preguntas a una persona ajena a este «mundo» te dirá que todo está protegido, en cambio, si le preguntas a cualquier naturalista responderá como yo. La gran mayoría de animales protegidos son vertebrados, y dentro de éstos la implicación económica en su gestión y conservación se centra especialmente en las denominadas «especies bandera», es decir, las más comerciales.
Un buen ejemplo es que si tienen que invertir en la conservación de un oso o lince lo harán antes que si tuvieran que hacerlo de un líquen amenazado.
Hay que tener en cuenta que el estatus de «protegido» de una especie muchas veces es únicamente una etiqueta y no se hace nada, o poco, por revertir su situación precaria.
Creo que poco a poco se está avanzando, y cada vez hay más implicación política y social, opino que también es debido a que cada vez es más alarmante la presión que ejercemos sobre el medio ambiente y los resultados son patentes y muy preocupantes.
Para concienciar sobre la herpetofauna se hace lo que gente como nosotros puede, por ejemplo: dedicar nuestro tiempo libre a mostrar, para concienciar.
Sabemos que los anfibios son el grupo zoológico más amenazado del planeta, la destrucción de su hábitat y sobretodo la acción de los hongos quitridios y ranavirus juegan un papel fulminante en sus poblaciones autóctonas.
Los reptiles padecen la misma destrucción del hábitat, y a las serpientes se le suma otro problema ancestral como es el miedo y la ignorancia por parte de la población que provoca que los ofidios mueran por causas no naturales. Nunca se hace lo suficiente cuando se habla de concienciar sobre estos vertebrados.
¿Por dónde sueles bichear más? ¿Qué lugar o zona te gusta especialmente, que hayas descubierto últimamente?
Suelo ir mucho por los alrededores de Barcelona. Por proximidad y porque estos últimos años mi medio de transporte ha sido una moto 250, los lugares que más frecuento son Collserola, el Garraf o el Delta del Llobregat.
Me gusta mucho Aigüestortes y el Montseny, aunque esta segunda es una montaña que si no sabes dónde buscar puedes no llegar a ver apenas nada.
¿Por qué otras zonas de la Península Ibérica has bicheado? ¿Cuál de ellas vamos a conocer juntos este año, ;-)?
– He estado en muchas Comunidades Autónomas, cabe decir que el suroeste peninsular es la zona que menos he visitado. Es verdad que buscar fauna no lo he hecho en todas, por tanto aún me quedan sitios por visitar, y yo ilusionado con ello.
Me gustó mucho Galicia, hay mucha riqueza herpetológica allí, por norma general siempre verás algo, pero si tengo que escoger me quedo con Cataluña, ya que presenta un abanico inmenso de hábitats distintos y cada uno alberga especies diferentes, no sólo de anfibios y reptiles.
El único «inconveniente» que le encuentro a la búsqueda de herpetos en Cataluña es que la densidad de estos grupos de vertebrados no es especialmente alta, lo que te obliga a esforzarte más para buscar algunas especies más escasas, pero eso es más apasionante. En cuanto a zonas que me gustaría conocer serian Andalucía y Portugal, dónde existe una diversidad excepcional así como grandes estudiosos de ésta.
Pero si tengo que escoger me quedo con Cataluña, ya que presenta un abanico inmenso de hábitats distintos y cada uno alberga especies diferentes, no sólo de anfibios y reptiles.
Y hablando de víboras, hérpetos o bichos ibéricos, ¿ Qué género o especie te atrae más?
Uf esta pregunta es difícil… me atrae el género Calotriton, con especies peninsulares como C. aspery C. arnoldi, pero tengo que decir que siento una debilidad especial por las serpientes, por lo que puedo afirmar con seguridad que la especie que más me atrae es la culebra de Esculapio (Zamenis longuissimus); me parece un animal muy curioso, con hábitos y hábitat distinto al resto de especies peninsulares, y su coloración y elegancia en el movimiento son únicos.
Culebra de Esculapio (Zamenis longissimus) en el Parque Natural del Montseny.
Y especies que te llamen la atención de otras partes del mundo… ¿Por qué?
Uno de los ofidios que me encantaría ver en su hábitat natural es la víbora del Gabón (Bitis gabonica); desde pequeño me ha atraído este vipérido, enorme, mortal y con un patrón digno del más bello de los cuadros de Picasso.
créditos: VenomLand.com
También me gustaría ver mucho el sapo de Surinam (Pipa pipa), invito a todos a ver algún video de cómo se reproduce, o el Moloch australiano (Moloch horridus), debe de ser una pasada verlo de cerca.
Tengo que decir que todas y cada una de las especies me llaman la atención, todas tienen algo peculiar y único.
En Bicheando.net, como sabes, abogamos por la divulgación y acercamiento de la herpetología a las personas de la calle, principalmente, a través de nuestra propia experiencia de campo como aficionados y estudiosos de este maravilloso mundo. ¿Qué esperas aportar, en este sentido, al proyecto?
Primero de todo ganas de trabajar y de crear nueva información y de manera más accesible a todos los públicos. Como he dicho antes, nunca es suficiente la acción de concienciación a la sociedad sobre la situación de este grupo de vertebrados tan interesante y amenazado. En este sentido nosotros tenemos la oportunidad de ejercer un papel cabal en el despertar del sentido protector de la gente hacia la herpetofauna.
Personalmente puedo contribuir en Bicheando.net con nuevos conocimientos, conceptos y experiencias, además de fotografías de cada una de éstas. Cuantos más creadores o divulgadores de información seamos más grandes podremos llegar a ser como grupo y a más gente podremos hacer llegar nuestro mensaje, que no es otro que conocer para valorar y valorar para conservar.
Tu primer artículo va a tratar de serpientes y víboras, ¿verdad? y cómo diferenciarlas… ¿Por qué crees que las víboras en nuestra cultura están tan mal vistas?
El miedo sumado al desconocimiento son sus peores enemigos. La ofidiofobia (miedo a las serpientes) está muy extendida, sobretodo en zonas rurales donde frecuentan las víboras.
Si a estos factores se le suman la gran cantidad de cuentos y creencias populares que retratan a las víboras como seres diabólicos el resultado es el que tenemos, una regresión de la distribución y una disminución de su abundancia.
Soy consciente de que no es un tema tan fácil. Nuestra posición es muy tajante, pero mucha gente, sobre todo los que están acostumbrados a tratar día tras día con según que especies «peligrosas», presentan otra serie de premisas como son la seguridad y la preocupación por los menos preventivos.
Por lo que para proteger a animales de compañía e infantes optan por la opción fácil de exterminar cualquier vipérido en lugar de liberarlo en un lugar libre de altercados.
Mi próximo artículo en Bicheando.net tendrá como objetivo desmitificar a estos excepcionales controladores de plagas así cómo aprender a diferenciarlos de las culebras.
¿Y qué se podría hacer para intentar fomentar un mayor respeto y una mayor concienciación sobre ciertas especies?
Divulgar y demostrar que cada una de las especies presentan un papel en la naturaleza, muchas veces insustituible. Cuando algo se conoce y se comprende se acaba respetando, como he comentado antes.
Recomienda a los lectores un libro sobre herpetología, biología o guía de campo que te guste especialmente…
jeje, yo tengo la guía de campo también desde bien pequeño…
Guia de Reptiles y Anfibios de España y Europa Omega 1971
Ya terminando Alejandro, ¿Quién te inspira y motiva actualmente en torno a la biología y la herpetología? ¿A quién agradecérselo?
– Mi pasión por la naturaleza me viene gracias a mi abuelo, como dije anteriormente. Durante los años de carrera he tenido el placer de conocer a gente de diez que me está ayudando mucho a crecer como herpetólogo. Mi pasión por este campo siempre ha ido in crescendo y tanto buenas experiencias como malas me han hecho madurar en muchos aspectos.
Al estar tanto en la universidad como en el GRENP y SCH me ha enseñado diferentes perspectivas y maneras de trabajar, a ellos les doy las gracias de corazón.
Hoy estoy muy agradecido a la SCH por apostar por mi y confiar, estamos haciendo muchas cosas buenas para incrementar el conocimiento y conservación de nuestra fauna, y por ello estoy muy ilusionado.
De izquierda a derecha, Héctor, Guillem, Gerard, Thais y Alejandro durante una salida herpetológica en el Parque Natural dels Ports, Cataluña.
Por último, imagina que tuvieras el poder de convertirse en un reptil o anfibio cuando lo deseases… jeje ¿Cuál sería?
En un basilisco o lagarto de Jesucristo (Basiliscus basiliscus), eso de poder correr sobre el agua debe de ser una pasada jaja
créditos: strangeanimals.info
Jaja pues un placer de entrevista y ¡bienvenido!, gracias por formar parte de Bicheando.net y esperamos ese primer artículo ya que nos crecen los colmillos del ansia… 🙂
Ya se acaba el año y en Bicheando.net estamos muy contentos de la buena aceptación que ha tenido el proyecto divulgativo. Y qué mejor para darte las gracias y un fuerte abrazo escamoso que compartir contigo un resumen de las fotografías e instantáneas de hérpetos más especiales para nosotros del año.
Muchas veces lo más importante no es el resultado del disparo, sino la historia que hay detrás del mismo. Hoy en bicheando, para cerrar el 2016. Fotografías de herpetología, con muuucha historia detrás…
Índice del contenido
Kike Garrandés
Víbora hocicuda (Vipera latastei)
Valle de Iruelas, Ávila. Esta fotografía ha sido muy importante para mi dado que ha sido la primera víbora que he tenido la oportunidad de ver de cerca en mi vida. Una recién nacida muy posiblemente dado que la vimos en agosto, y es de pequeño tamaño. Ya de pequeño pude ver una en La Pedriza de Madrid, pero por precaución mi padre no me dejó acercarme mucho. Además es una foto que me trae bonitos recuerdos, ya que fuimos de excursión unos días a casa de un amigo unos cuantos compañeros y al anochecer la sorpresa no podía ser mayor. El mismo chico que nos invitó a su casa me había avisado un año antes de la existencia de la especie en la zona. Yo dudé mucho a cerca de ello. Ya sabemos cómo son algunas personas tratándose de ofidios: todo son víboras.
Culebra de cogulla occidental (Macroprotodon brevis)
Esta foto me recuerda la gran diversidad herpetológica que tenemos en España. Porque a partir de octubre de 2016 empecé a a vivir en Huelva para los próximos 4 años. Y vida nueva equivale a especies nuevas que no había en tu anterior tierra. La primera culebra de cogulla que ví en mi vida fue con Alberto González, autor de bicheando.net y es por ello también que se trata de una foto especial que merecía estar entre las elegidas.
Ranita de San Antonio ibérica (Hyla molleri)
Macho croando en Valdemanco, Madrid. Esta fotografía es especial para mi dado que fue durante mi inclusión en un proyecto científico junto a Iñigo Martínez – Solano, que me dio la oportunidad de formar parte de un seguimiento de herpetofauna en este municipio madrileño.
Una de mis mayores ilusiones era poder observar a las ranitas de San Antonio en época de reproducción. Aquí en Madrid se me había hecho tarea ardua el verlas, y desde ese momento, en marzo de este año, me he deleitado observándolas horas y horas. ¿Momento para pasar a nuevas especies?
Sapo partero ibérico (Alytes cisternasii)
Macho portando puesta en Valdemanco. La primera foto del 2016 de esta especie portando huevos, teniendo en cuenta que ya había presenciado la misma escena el otoño anterior, demostrando así la biología de la especie: A. cisternasii tiene puestas bianuales, y la fotografía y trabajo de campo realizado me permitieron observar que la teoría de los libros no era equivocada.
La participación en este proyecto de investigación me permitió además realizar una ponencia en mi Instituto de formación agraria de Villaviciosa de Odón ante 80 personas y finalizar un trabajo de fin de estudios basado en gestión del medio haciendo uso de anfibios como indicadores de calidad ambiental, con calificación de sobresaliente.
Alejandro García Salmerón
Mi selección, más que en la belleza y composición de la fotografía, he decidido basarla en aquellas capturas las cuales han supuesto para mí los momentos más especiales del año, ya sea por la singularidad del fotografiado o por la importancia subjetiva de la situación.
Eslizón dorado (Chalcides viridanus)
En la primera foto tenemos un eslizón de Tenerife, la lisa dorada (Chalcides viridanus), este escíncido tan especial fue observado en el Teide. Con una llamativa cola azul, pequeño tamaño y mucha agilidad. Tuve la oportunidad de compartir con él escasos minutos antes de que se perdiera entre el inmenso campo de rocas volcánicas que conforman un paraje inolvidable.
Ranita meridional (Hyla meridionalis)
La segunda fotografía, hecha durante un censo nocturno en la montaña de Collserola (Barcelona), pertenece a un ejemplar de ranita meridional (Hyla meridionalis). Si bien son escasos los ejemplares completamente azules, debido a una falta de xantóforos, cabe decir que un ejemplar verde, azul y blanco de estas características se puede catalogar como único.
Culebra de Esculapio (Zamenis longuissimus)
A continuación vamos con una de las culebras más difíciles de ver de la Península. Se trata de la culebra de Esculapio (Zamenis longuissimus). Sus hábitos discretos y hábitat que ocupa le hacen ser un reptil tan difícil de hallar. Este individuo en proceso de pre-muda tuve la suerte de poder encontrarlo en el Parc Natural del Montseny (Barcelona) y, sin duda, ha sido el colúbrido que más ilusión me ha hecho poder ver.
Culebra de herradura (Hemorrhois hippocrepis) y la culebra lisa meridional (Coronella girondica).
La elección de las dos siguientes fotografías tiene una explicación que dista de la singularidad de los ejemplares. Para esta temporada mi meta era poder llegar a observar todas las culebras del territorio catalán y las dos siguientes fueron las que me ayudaron a poder tachar de mi lista tal objetivo. La culebra de herradura (Hemorrhois hippocrepis) y la culebra lisa meridional (Coronella girondica). Ambas observadas en Tarragona, gracias a los conocimientos del terreno de dos compañeros que me acompañaban.
Culebra de cogulla (Macroprotodon brevis)
Por último, la esquiva culebra de cogulla (Macroprotodon brevis). El encuentro de ésta fue un tanto peculiar.
Durante este verano tuve la suerte de poder visitar Castilla la Mancha. Aunque en pleno agosto la probabilidad de ver un ejemplar de sus características disminuye considerablemente, mis ganas de querer encontrarla no se vieron alteradas.
En un agujero que servía de canalizador de agua tuve la mala suerte de encontrar un ejemplar muerto de dicha culebra, seco debido al sol abrasador de las tardes andaluzas. Decidí dejarlo en ese sitio y recogerlo a la vuelta.
Después de una tarde productiva, en la que pude fotografiar una gran diversidad herpetológica local, mi sorpresa fue que en el mismo agujero había vuelto a caer otro ofidio… justo de la especie que buscaba… ¡qué casualidad! Durante los próximos días no volvió a caer nada más, igualmente decidí habilitar la trampa de caída con piedras y troncos para facilitar la salida de futuros casos semejantes.
Alberto González
Para mi hay varias fotos que este año han sido muy especiales, por varios motivos.
Salamandra del Almanzor (Salamandra salamadra almanzoris)
Los primeros días de Marzo 2016 visité el Circo de Gredos en busca de una subespecie de salamandra (que pronto creo tendrá el rango de especie) que para mi, desde niño ha sido un símbolo en mi afición. Es la única salamandra en España a la que he visto encima de la nieve en pleno Enero tomando el sol, a más de 2.200 metros de altitud y la variedad melánica (base negra con pocos puntitos amarillos) me parece una auténtica pasada.
Caminando durante las primeras horas de la mañana me encontré con un ejemplar encima de una piedra, contemplando el valle y las montañas (normalmente no tienes, si no mueves al animal, buena perspectiva y profundidad de campo) y tal cual estaba el animal le pude hacer una foto, con el pico Almanzor detrás. Un momento muy especial por lo descriptiva y bella de la instantánea que siempre recordaré con una gran sonrisa.
Lagarto ocelado (timón lepidus)
Otra foto especial para mi fué mi primer encuentro del año con un gran lagarto ocelado (timón lepidus) que no solo no huyó al verme, sino que se enfrentó a mi, como el potencial predador que estaba molestando su baño de sol.
Gracias a comportamiento defensivo,ahí erguido y mostrándome su imponente mandíbula y dentadura, puede coger la postura y encuadre perfectos para hacer una de las fotos más bonitas que tengo de esta especie. El momento duró más de 10 minutos en la que ambos nos miramos y yo aluciné con su bravura. Hubiése estado todo el día contemplandolo, pero decidí dejarle tranquilo e irme despacio. Allí se quedó, perdido en la lejanía sin dejar de mirarme.
Sapo partero ibérico (Alytes cisternasii)
La siguiente fotografía es muy chula porque fué el día que conocí a Íñigo Martínez Solano en persona por primera vez, acompañados por Fernando (otro amigo ya de afición) y vi por primera vez en mi vida una cópula de la especie. ¡Preciosa! ¡Bellísima! ¡que colores! ¡que posturas! ¡qué animales más maravillosos!
Fue una noche muy especial, lluviosa, de otoño en compañía de dos amantes de los hérpetos y buenas personas.
Otra foto que más reciente (de este diciembre 2016) que me gusta mucho, entre otras cosas porque me la hizo mi hermano Daniel González (siempre estoy feliz de que mi joven hermano se venga conmigo de bicherío) es la siguiente, en la que estoy sacando de una piscina varias salamandras y por desgracia, un lagarto ocelado ya muerto de frío, al no tener donde refugiarse de noche.
Es una lástima que las piscinas, albercas, pozos etc. sigan siendo una trampa mortal para los anfibios y reptiles del mundo entero. Siempre que salimos de senderismo o bicherío no duda en acercarme o asomarme a cualquier trampa que vea, para ver si hay animales atrapados y rescatarlos. Creo que todos deberíamos hacerlo en nuestras visitas al campo.
Esperamos te hayan gustado las fotos de sus autores, ya sea por su belleza o por la historia que hay detrás de ella y, sobretodo, les hayas podido conocer un poquito más. Bicheando.net es un portal digulgativo para todos, si tú también tienes ago que decir o contar aqui estamos para darte voz. No dudes en contactarnos en hola@bicheando.net
Serie lagartijas ibéricas. Esas pequeñas desconocidas.
Volumen 1 de 3: Acanthodactylus, Algyroides y Podarcis
Hoy vamos a hablar sobre un grupo de herpetos muy diverso, extendido y peculiar: las lagartijas de la península ibérica. Aquellas propias de los archipiélagos canario y balear las trataremos en un futuro.
En síntesis, existen en total 25 especies de lagartijas en la península ibérica, siendo 3 de ellas introducidas desde otros lugares, y repartidas en 7 géneros diferentes.
Muchas ¿verdad? Por eso mismo hemos dividido en tres volúmenes estas entregas, con el objetivo de ayudarte a distinguirlas cuando las veas en el parque, en el muro de tu casa o cuando salgas de bicherío.
No obstante, vamos antes a introducir su ubicación dentro de lo que es el estudio de la zoología y la herpetología; será un texto fácilmente entendible y hacer esta breve referencia puede ser muy interesante para quien se ha planteado (o no) cuestiones acerca de estos animales.
Podarcis muralis macho, una de tantas especies que nos rodean…
Vamos con un poco de historia…
Debía ser una época muy diferente cuando aparecieron los primeros antepasados de nuestros actuales lagartos y lagartijas. Un mundo donde los dinosaurios reinaban y ya los primeros mamíferos habían aparecido, siendo de muy pequeño tamaño, del tipo ratón.
Para quienes no tengan demasiado claro la diferencia entre lo que es un lagarto y una lagartija, decir que las lagartijas son de menor tamaño que los lagartos, pero son llamados así por convención social, son coloquialismos que se alejan de lo estrictamente científico: ambos pertenecen a la familia (categoría taxonómica) llamada Lacertidae, pero sin querer ahondar demasiado en tecnicismos, explicaré brevemente qué significa esto para que el lector se ubique.
Las lagartijas son, dentro de todos los grupos zoológicos existentes, ante todo vertebrados. Ello no significa que tengan vértebras, sino cráneo (algo que enseñan en los estudios de biología). Y luego, dentro de ellos, sabemos que son tetrápodos al tener cuatro patas. Son además amniotas pues ponen huevos en tierra firme, algo que no hacen los anfibios.
Si seguimos profundizando, pertenecen a un mismo orden que es el de los escamosos (Squamata), que integra a seres tan dispares como culebrillas ciegas, serpientes y, finalmente, a los lagartos y lagartijas (familia lacertidae).
Así que, cuando vayáis de bicheo, recordad que las serpientes tienen ancestros comunes con lagartos y culebrillas ciegas, todos ellos están emparentados. ¡Asombroso!
Por suerte para todos, vivimos en un país donde la diversidad herpetológica es la más rica de todo el continente europeo (España es una encrucijada de caminos evolutivos entre África y el resto de Europa, donde se encuentran especies halladas por toda Eurasia y norte de África, al haberse aislado gracias, en gran medida, a la existencia de los Pirineos y otras cordilleras).
Y las lagartijas no son una excepción, habiendo presentes, como decíamos al principio, 25 especies de lagartijas en territorio peninsular, siendo 3 de ellas especies invasoras.
Vamos ya con la identificación de las primeras especies, que pertenecen a los géneros Acanthodactylus, Algyroides y Podarcis.
1.- Especies pertenecientes al género Acanthodactylus.
Comienzo mencionando los casos más sencillos de distinguir, para que el «bichero de a pie» pueda así ir descartando especies. A este género tan sólo pertenece una especie: Acanthodactylus erythrurus, también conocida como lagartija colirroja.
Bonito juvenil de lagartija coliroja.
Habita terrenos arenosos por lo general y rayas blancas y negras recorren su cuerpo longitudinalmente, hasta llegar a una cola de color rojo intenso que es la que le da el nombre (esto es sí en juveniles, lo que los hace únicos, y se mantiene muchas veces en los adultos). Al año y medio de nacer ya son sexualmente maduras. Los adultos llegan a los 8 cm desde la cabeza a la cloaca.
Lagartija coliroja (adulto).
2.- Especies pertenecientes al género Algyroides.
Con sólo una integrante, la lagartija de Valverde (Algyroides marchi), la cual es una de las especies de reptiles en España con un área de distribución menor. Vive en las sierras de Cazorla, El Pozo, Alcaraz y Segura, en las provincias de Jaén, Albacete y Granada.
Descubierta por Valverde en 1958, debe su nombre al empresario español Juan March. Fácil de distinguir por su patrón rugoso y par de bandas anchas y negras a ambos costados del cuerpo. Miden un máximo de 14 cm.
Un ejemplar visto en la sierra de El Pozo, en Jaén. Agosto de 2016.
3.- Especies pertenecientes al género Podarcis
En género Podarcis es uno de los más extensos y ricos de lagartijas en la península Ibérica, si bien no es muy difícil identificar unas especies de otras, principalmente porque dependiendo de en qué zona de España vayas de senderismo o bicherío, podrás encontrarte 1 o 2 especies máximo (exceptuando Cantabria, donde además hallamos a la introducida lagartija italiana junto a la iberoprovenzal y la muralis). En la península las siguientes especies del género Podarcis:
a) lagartija roquera (P. muralis)
b) lagartija lusitana (P. guadarramae)
c) lagartija ibérica verdosa (P. virescens)
d) lagartija ibérica (P. hispanicus)
e) lagartija de Bocage (P. bocagei)
f) lagartija de Carbonell (P. carbonelli)
g) lagartija andaluza (P. vaucheri)
h) lagartija iberoprovenzal (P. liolepis)
i) lagartija italiana (P. siculus) es un caso aparte, al ser introducida, pero sin duda la más fácilmente identificable.
j) lagartija de las Pitiusas (Podarcis pityusensis), también introducida.
Con estos mapas, conociendo nuestra localización, saldremos de multitud de dudas, ya que todas estas especies (excepto la lagartija italiana adulta) se asemejan muchísimo. En todas las Podarcis exceptuando la roquera, los patrones de coloración en ambos sexos se mantienen casi siempre, siendo más variable en machos y con hembras provistas, por lo general, de dos bandas longitudinales bien definidas que recorren el cuerpo hasta el comienzo de la cola por la zona lateral.
Como decía, hay que tener en cuenta dos aspectos: nuestra localización geográfica o primero, y en segundo lugar, intentar observar la garganta del animal. Sí, la garganta nos da mucha información… Y si tenemos una cámara fotográfica a mano, mejor aún, ya que así podremos salir de dudas (si no en directo, en nuestras casas al revisar las instantáneas).
a) Lagartija roquera (P. muralis)
Esta especie es muy fácilmente confundible con las demás, y en primer lugar debemos tener en cuenta que no está repartida por todo el territorio peninsular, y este mapa muestra su distribución aproximada, aunque bastante exacta:
Mapa distribución de lagartija roquera (Podarcis muralis).
Como puede verse, la especie está presente en la mitad norte de España y en un par de zonas aisladas algo separadas de su distribución principal, pero mantiene bastante continuidad. Para ser más exactos, se trata de una de las subespecies de la lagartija roquera: P.muralis brogniardii.
Pues bien, una vez ya sabemos más o menos dónde va a coincidir con las otras especies, a cohabitar, nos fijaremos más que nada en la garganta; en el dibujo gural, observando detenidamente si posee.
Si NO tiene «dibujo» estaremos ante una lagartija lusitana (Podarcis guadarramae ssp.), mientras que si presenta dibujo sería cualquier otra «Podarcis».
Y es aquí, en este momento, donde aparecen las verdaderas dificultades, porque recordemos que hablamos de aquellas lagartijas pertenecientes a este género, que pueden coincidir en un ecosistema, pero ojo que no estamos teniendo en cuenta a las Iberolacertas y otros géneros que viven en simpatría con estos…
b) Lagartija lusitanao noroccidental (P. guadarramae)
La lagartija lusitana habita en la Sierra de Gredos y Guadarrama (P. g. guadarramae) , distribuyéndose hacia el este hasta Portugal y subiendo hasta Galicia (P. g. lusitanicus). Se la puede encontrar en diversos ecosistemas como laderas rocosas, riberas de ríos, alta montaña o bosques y llega a ser muy abundante en determinadas zonas.
También utiliza con frecuencia construcciones humanas como tapias de casas, muros de piedras, pilones, etc.
Macho de Lagartija lusitana (P. guadarramae guadarramae) en la Sierra de Gredos.
c) Lagartija ibérica verdosa (P. virescens)
Otra Podarcis que podemos encontrar por ejemplo en Madrid (Zona sur de la Sierra y hacia el sur siempre, es la Lagartija ibérica verdosa (Podarcis virescens), que se diferencia principalmente porque carece de dibujo en la garganta, como puedes observar en esta foto.
Lagartija ibérica verdosa (Podarcis virescens)
d) Lagartija ibérica (P. hispanicus)
Partiendo de un complejo de especies que se distribuyen por toda la Península Ibérica (excepto áreas de alta montaña y noroeste de Galicia) se ha dejado en la actualidad P. hispanicus para las poblaciones del Oeste de Castilla la Mancha y Valencia, salvo los extremos norte y sur de ésta última.
La especie también es conocida como lagartija común y abunda con mayor frecuencia en terrenos rocosos o pedregosos, donde cuenta de forma simultánea con plataformas donde tomar el sol y refugios donde esconderse en caso de peligro.
e) Lagartija de Bocage (P. bocagei)
La lagartija gallega o de Bocage (Podarcis bocagei) tiene una silueta esbelta y cola mediana, los machos adultos tienen un bonito dorso verde, mientras que las hembras adultas y juveniles tienen el dorso y los flancos pardos.
Lagartija de Bocage (P. bocagei) Oporto, Portugal.
Todos ellos presentan en determinadas ocasiones una curiosa banda azul en la zona escapular. Vive en peñascales, parajes pedregosos y muy tupidos de matas. Activa al atardecer y por la mañana, caza coleópteros, mariposas, isópodos y arañas.
f) Lagartija de Carbonell (P. carbonelli)
Nueva especie endémica restringida a la parte occidental de la península ibérica, al sur del río Duero en dos zonas aisladas: En el sistema Central occidental, en las provincias de Salamanca y Cáceres y en la provincia de Huelva, en los arenales de Doñana.
Créditos: naaturalista.mx
g) Lagartija andaluza (P. vaucheri)
La lagartija andaluza se distribuye por la mayor parte de Andalucía (Podarcis vaucheri), como esta foto de Huelva capital de este otoño. Tampoco presenta garganta pigmentada, como podemos observar.
Lagartija andaluza (podarcis vaucheri)
h) Lagartija parda o iberoprovenzal (P. liolepis)
La lagartija parda tiene una amplísima distribución por todo el noreste de la Península Ibérica y en las islas Columbretes. Es difícil diferenciar a machos de hembras si bien éstas últimas son algo más pequeñas y tiene bandas transversales más marcadas.
Lagartija parda (Podarcis liolepis) en Urdos, Francia. Pirineos.
El cuerpo es aplastado, tenlo en cuenta para diferenciarla de otras especies similares como la Lagartija ibérica y la Lagartija noroccidental, ya hablaremos de ellas…
i) La lagartija italiana (P. siculus)
Y ya finalizando, mencionar a una especie, si bien foránea, ya habitando con las demás en zonas donde había grandes puertos comerciales como Santander o Lisboa, ya que fue traída en barcos por los soldados italianos en la 2º guerra mundial.
A continuación te traemos la instantánea de una Lagartija italiana (Podarcis siculus).
Lagartija italiana -Podarcis siculus- Créditos y cesión: José Carlos de la Fuente
j) Lagartija de las Pitiusas (Podarcis pityusensis)
Otra especie introducida en la península y cuyos textos de Aitor Urrutia compartimos aquí contigo es esta lagartija originaria de la isla de Ibiza.
«Ya sea por su llamativa tonalidad verde que le diferencia de la mayoría de las lagartijas autóctonas de la península o de manera accidental, a sido introducida en algunos puntos de esta y incluso de la isla de Mallorca.
Lagartija de las Pitiusas -Podarcis pityusensis. Créditos y cesión: Aitor Urrutia.
En esta última zona ya existió antes del asentamiento humano. Se sabe de poblaciones existentes en Donostia/San Sebastian, algún punto del sur de la península y en especial en San Juan de Gaztelugatxe, donde a causado un auténtico quebradero de cabeza al expulsar a una especie autóctona como es la lagartija roquera (Podarcis muralis).
Ese es el gran problema que presenta, ya que no hablamos de una de tamaño pequeño y es por tanto una dura competidora para las especies autóctonas. No es tímida con el ser humano, lo cual también le supone una ventaja. Por lo general, se la suele ver por los roquedos.»
———-
Esperamos que este artículo sobre las especies de lagartijas ibéricas te haya servido de un primer «apunte de campo» y puedas diferenciar al menos los tres géneros de los que hablamos hoy aquí y al menos dos o tres especies de Podarcis.
Por lo demás, ya puedes leer el volumen 2 de lagartijas ibéricas aquí, para que puedas seguir aprendiendo a identificarlas con soltura. Pequeños desconocidos, que dan vida, diversidad y valor a nuestro patrimonio natural.
Y ya sabes, ¡comparte libremente! 😉
Fuentes de información:
https://esoescomotodo.jimdo.com/reptiles/podarcis-hispanica/
Renoult J.P., Geniez P, Bacquet P., Guillaume C. P., Crochet P.-A. (2010). Systematics of the Podarcis hispanicus-complex (Sauria, Lacertidae) II: the valid name of the north-eastern Spanish form. Zootaxa, 2500:58-68. pdf
Entrevista a Kike Garrandés, nuevo autor en Bicheando.net
En esta ocasión vamos a presentar al nuevo integrante de www.bicheando.net, en nuestra serie de entrevistas bicheras…
Kike Garrandés es técnico superior en gestión forestal y del medio natural por la escuela de formación de Villaviciosa de Odón (Madrid). Ha realizado diversos proyectos en relación con la herpetología, tanto en Rumanía como en España.
En 2016 también ha colaborado haciendo seguimiento de poblaciones de anfibios en la Sierra de Madrid, antes de irse a Huelva a estudiar un doble grado en Geología y Ciencias Ambientales, donde reside en la actualidad.
Kike fotografiando una serpiente de cascabel en White Sands, Nuevo México.
Además es un gran aventurero, habiendo viajado a multitud de países y continentes estos años atrás (¡que envidia!), donde ha podido experimentar de primera mano, como viven otras culturas y pueblos y lógicamente disfrutar con su fauna y flora.
Desde bicheando.net le damos la bienvenida y vamos a conocerle un poquito mejor (si nos deja) 🙂 Empecemos…
Kike, ¿Cuando te interesaste por la biología y la herpetología? ¿Cuáles son tus primeros recuerdos con «bichos»..?
Desde que tengo uso de razón la naturaleza comenzó a llamarme la atención. Ya con tres o cuatro años dedicaba mis horas a investigar lo que había en el jardín.
Tuve la suerte de crecer en un pueblo como es Cercedilla (Madrid), que actualmente pertenece al último parque nacional creado de nuestro país, con lo que en ese sentido tuve siempre el campo cerca. Se podría decir que vivía en él.
La herpetología ya me llamaba desde esos momentos. Obviamente no la entendía como una ciencia, como lo haría ahora, pero ya las lagartijas y las ranas me impactaban especialmente, me resultaban animales muy desconocidos y llamativos.
¿A quién agradecerías parte de tu afición o aprendizaje sobre estas joyas vivientes?
Se lo debo a mi familia. Aunque a nadie en casa le llamaron especialmente los animales y ni siquiera había gato o perro, lo cierto es que mis padres y abuelos se dieron cuenta desde los inicios que esto era lo mío. Mi padre siempre ha sido muy deportista y yo le pedía que me llevase con él por la sierra y también por Pirineos.
Enrique y su padre en Huesca y Guadarrama, respectivamente…
Él corría por montaña y hacía rutas de senderismo bastante largas. Eran escapadas fugaces de fines de semana o pocos días y la verdad es que no había apenas tiempo para pararse a observar la fauna. Aun así el conocer tales parajes me ha permitido saber buscarla años después y tener una familiarización con el terreno que muchas personas no tienen, y algunas especies, como el tritón pirenaico, la víbora hocicuda o el lagarto ocelado, tuve la oportunidad de presenciar en estado salvaje.
Por otro lado, mi familia siempre me regalaba libros de fauna que, con el tiempo, se fueron haciendo más técnicos.
¿La herpetología es tu trabajo actualmente, sigues estudiando..?
Comencé la carrera de mis sueños, biología, en la Universidad Autónoma de Madrid, pero está por finalizar aún. Por devenires del destino acabé haciendo otras cosas que en su momento me llamaron la atención.
2010. Con Alberto Zaragoza en el Parque Nacional de Yosemite en California.
Actualmente me encuentro en Huelva realizando un doble grado en Geología y Ciencias Ambientales. A pesar de no acabar biología creo que he aprovechado bien el tiempo, viajando por 50 países del Mundo, viviendo en tres y conociendo 4 idiomas al final de todo. Espero acabarla en un futuro sin duda.
Tantos viajes y tantos lugares… ha debido de ser fascinante. ¿Con qué aprendizaje o aprendizajes te quedarías, de forma breve?
Que la vida es demasiado corta como para estar inactivo, hay mucho por conocer y descubrir. Que al final todo es una visión personal basada en la experiencia de uno, muchas veces basada en la suerte (un factor nada despreciable), y que los únicos que entienden de fronteras son las personas.
¿Qué es lo que más te ha llamado la atención o sorprendido de tus viajes? Solo te dejo elegir una cosa, ojo, jeje…
Esta es difícil, jeje… hay muchísimas que podría decir. Pero siguiendo el hilo de los hérpetos creo que lo más impactante ha sido ver que las leyes naturales se cumplen allá donde uno va, aunque las condiciones y el contexto cambien, y eso es asombroso aunque resulte obvio.
Saber que un anfibio va a tener un comportamiento y biología similar en Asia, en Australia o en Europa, y que lo que hagamos aquí afectará a los de allí de algún modo.
¿De los reptiles o anfibios que has visto en tus viajes, cuál es la especie que más te ha atraído o sorprendido? ¿Cuál te has quedado sin ver que hubiera gustado encontrarte?
El que más me ha sorprendido ha sido una cascabel en Nuevo México (Crotalus viridis) y además de modo literal porque apareció ante mi enroscada en la arena como si nada, preparada para un inminente ataque.
El que me quedé sin ver…creo que unos cuantos pero el que más me quedé con ganas fue la culebra de esculapio –Zamenis longissimus– (especie que tenemos en España) que vi en Francia escurrirse por un sendero y no me dio tiempo a contemplar. Aun no he visto ninguna otra.
¿Y la especie o género de reptil ibérica que más te fascina cuál es? ¿Y de anfibios?
En cuanto a reptiles, me asombran las serpientes en general, y creo que dentro de ellas la que más me ha gustado de momento ha sido la culebra de herradura –Hemorrhois hippocrepis– , que tiene unos colores impresionantes. En lo que a anfibios se refiere, me encanta el tritón pirenaico, porque es una demostración de la enorme adaptabilidad y fuerza de los anfibios en hábitats «duros», a pesar de su fragilidad.
¿Qué zonas de España has bicheado más? ¿Cuál te faltaría?
Prácticamente he visitado toda España y me quedarían por conocer las islas baleares y algunas canarias, así como norte de África y ciertas regiones como Murcia o Euskadi. Las que mejor conozco son Madrid, Segovia, Ciudad Real, Cáceres y Jaén.
¿Te gusta más el día o la noche para bichear?
Cada cual tiene lo suyo, pero es cierto que como siempre he sido más de anfibios y estos suelen ser bastante nocturnos, voy más de noche. Además ello te aporta una tranquilidad y sensación diferentes, pues eres tú y la naturaleza, nada más.
¿Qué opinas, en tu experiencia y observaciones, sobre la concienciación de la gente común respecto a los anfibios y reptiles en la Península Ibérica?
Me ha sorprendido enormemente la cantidad de gente interesada actualmente en estos animales. Ya pensaba yo que era un «bicho raro». Pero aun así somos minoría los que sentimos pasión por esto. Casi todo el mundo es atraído por especies conocidas como bandera, pues son las más atractivas a la hora de hacer campañas de protección de fauna.
Me refiero al lince, el lobo, o el oso panda en China, el tigre en Asia o el elefante en África. Pero la gente se olvida de que hay muchas más especies tanto vertebradas como invertebradas.
Los herpetos han sido siempre animales demonizados por la gente, se cuentan historias de todo tipo a cerca de ellas que en un 90% son falsas, al menos en España.
Son además unos grupos zoológicos muy vulnerables a cambios que se produzcan en el medio, y a pesar de ser el nuestro el país de Europa con mayor diversidad herpetológica, su situación es delicada y se halla en declive.
Dime algo concreto qué harías tú si tuvieses poder para fomentar una mayor conservación de los hérpetos nacionales…
Creo que redistribuiría los fondos destinados a la conservación de la naturaleza para no sólo dar importancia a ciertas especies, y comenzaría a remunerar de mejor modo los empleos destinados a la preservación del medio. Las soluciones no tienen por qué ser caras. Muchas veces, a mi parecer, se trata más de problemas de comunicación entre diferentes organismos, lo cual dificulta y mucho el llevar a cabo políticas medioambientales.
Se trata más de un problema de gestión de los recursos que de la cantidad de recursos en sí, y de educación de la ciudadanía. No puede simplemente prohibirse a la gente, o «poner puertas al campo». La educación en España es un problema que viene de lejos, no existe consenso político, y hasta los herpetos se ven afectados por ello.
Kike en una ponencia sobre anfibios en la universidad…
Una de nuestras máximas en Bicheando.net es la divulgación y acercamiento de esta fauna a la sociedad, sin perder la visión «coloquial» y amena de las publicaciones pero, hablando de acercamientos, crees que biólogos o herpetólogos deberían estar más cerca de de la sociedad en general o ya lo están?
Después de mi paso por universidades donde pueden encontrarse a muchos de los mejores científicos investigadores de sus respectivas áreas, y después de haber conocido personalmente a varios de ellos fuera del ámbito universitario, creo que raro es el que no está alejado sumamente de lo que es la vida real.
Yo soy una persona muy directa y sincera y me he planteado ser investigador, pero veo que existen muchas disputas incluso dentro de esas comunidades y al final los objetivos primordiales, como puede ser la educación de la gente, queda en un segundo plano. Ello me hace pensar en si la ciencia en España está bien, ya no remunerada, sino planteada para aportar algo a sociedad.
Creo, para finalizar con esta cuestión, que ellos hacen su trabajo y seguro que con la máxima pasión, pero se trata al final de una cuestión educativa que implique a toda la sociedad española, y hasta que esa mentalidad no cambie, poco podemos hacer para concienciar a la gente de la importancia del medio ambiente.
Y ni que decir tiene que he conocido a magníficos investigadores, implicados al máximo en lo suyo y muy campechanos al tiempo, excelentes personas.
¿Qué esperas aportar a este proyecto?
Mi granito de arena, hacer cuestiones que le hagan a la gente plantearse cosas que quizás antes no habían pensado o en las que no habían profundizado. Con un poco de escepticismo, necesario siempre para hacer avanzar a la ciencia, generar preguntas en el interior de cada uno para que el día de mañana trate a la naturaleza con el mayor de los cuidados.
Aportaré fotografías también, pues pocas cosas hay que inviten a conocer a estos animales tanto como una bella imagen. Quizás de este modo el número de apasionados por la herpetología crezca. Y, por supuesto, compartir mis experiencias personales para que otros también puedan disfrutar de lo mismo que yo.
Bueno la pregunta del millón ya llega jeje… ¿En que hérpeto te reencarnarás en tu próxima vida jeje?
En una culebra de escalera –Rhinechis scalaris–, la cual de hecho llevo tatuada en el brazo derecho.
Rhinechis scalaris (Culebra de escalera)
Porque su vida me recuerda en gran parte a la de la gente: como todo reptil, nunca deja de crecer, y cuando es pequeña posee la escalera que le da nombre. Todos saben que es pequeña aún. Pero con el tiempo la va perdiendo paulatinamente, hasta que queda patente que es adulta.
Muchísimas gracias por dedicarnos tu tiempo y por formar parte ya de Bicheando.net. Bienvenido y esperamos ansiosos los primeros artículos. Un placer.
Salamandra salamandra alfredschmidti: galería fotográfica de la joya Asturiana
Una noche de noviembre Asturiana sin viento y donde no para de llover… Esta es la crónica en fotografías del encuentro con una de las subespecies de salamandra común más desconocida (Salamandra s. alfredschmidti )… Pero antes un poco de información… 🙂
La salamandra común (Salamandra salamandra) es una especie de urodelo que, como hemos dicho aquí en Bicheando.net en más de una ocasión (ver art. Salamandras de la península ibérica), tiene una gran variedad morfológica y cromática en sus 10 subespecies ibéricas – 9 si se tiene en cuenta a S. s. longirostris (Sierra de Cádiz/Málaga) como especie propia-.
Salamandra s. alfredschmidti es la especie más tardía en ser identificada y su distribución se limita a dos o tres valles del centro de Asturias. Alfredschmidti tuvo rango de subespecie como tal en 2006, tras su estudio genético y publicación por los investigadores Alemanes Köhler y Steinfartz.
En la península ibérica se habían descrito actualmente como mencionábamos anteriormente otras nueve subespecies de salamandra común (S.s. bernardezi, S. s. fastuosa, S. s. gallaica, S. s. crespoi, S. s. morenica, S. s. longirostris, S. s hispánica/terrestris -Cataluña-, S. s.almanzoris y S. s. bejarae) que básicamente podemos diferenciar por las diferencias de patrón que presentan, desde bandas amarillas y negras, hasta un color negro predominante marcado por puntos, comas o manchas amarillas y rojas.
Salamandra salamandra alfredschmidti es sin duda una de las subespecies más atractivas de ver para un naturalista y amante de los hérpetos y allí fuí yo a principios de noviembre de 2016, en un fin de semana que prometía lluvia, a ver si podía por primera vez en mi vida verlas en la naturaleza.
Una joya que tenía muchísimas ganas de ver en su hábitat y que gracias a Emilio Ramirez Oviedo, que hizo de «guía» para mi, pude localizar.
Emilio, fotografiando una variedad de salamandra amarilla en una iglesia
Elegimos esta fecha porque octubre y noviembre son meses especialmente favorables para ver salamandras en general en España; las noches de lluvia (o si ha llovido por la tarde) y no mucho frío (entre 10 y 14 grados es la temperatura perfecta para ellas) suelen salir de sus encondrijos para alimentarse y reproducirse.
Yo, haciendo un par de instantáneas rápidas…
Así que nos lanzamos a la carretera Emilio y yo a eso de las 00:00 de la noche y fuimos a las zonas del centro de Asturias donde habita. No sabíamos si íbamos a encontrar pocas, muchas o ninguna, pero por suerte pudimos ver desde nada más llegar varios ejemplares que poco a poco se convirtieron en cientos.
No creía que fuera tan abundante en determinadas zonas y lo pasamos tan bien que es de esas noches que nunca olvidaré: allí y acá salían bajo la incesante lluvia por todos lados. Teníamos que andar con cuidado por el bosque para no pisar alguna y cada ejemplar nos traía unos colores y patrones tan bonitos que se nos hacía la boca agua.
En los caminos y carreteras por donde conducimos salían a los lados del asfalto y también con el coche teníamos que ir despacito y con todas las luces dadas. La verdad que fué una experiencia como pocas he vivido. Esos bonitos e inofensivos seres regalándonos su porte y presencia me dejó sin palabras.
Y como una imagen vale más que mil palabras, paso ya a mostrarte una selección de fotografías de Salamandra salamandra alfredschmidti que hicimos entre Emilio y yo en esa noche mágica. ¡Disfruta! 😉
Verás que Salamandra salamandra alfredschmidti tiene dos patrones bien diferenciados. Hay ejemplares color «chocolate» como me gusta llamarlos a mi y otros amarillos, que se parecen más a la subespecie S. s. bernardezi Asturiana pero que no poseen las franjas amarillas o negras tan uniformes o marcadas, por regla general.
¿te ha gustado? Bonitas, ¿verdad? Si eres un friki de la herpetología o quieres saber más sobre el polimorfismo cromático o las diferencias de color según subespecie de salamandra común, aconsejarte este gran artículo científico.
Y ya por último, si has leído hasta aquí te lo has ganado, nuestro vídeo resumen del encuentro con Salamandra salamandra alfredschmidti de nuestro canal de youtube:
Y como siempre, si te ha gustado, comparte libremente y recuerda que, la salamandra común, es una especie protegida, en recesión (por desgracia) y patrimonio de todos.
Conocer es valorar y valorar conservar!! 🙂
Bibliografía y fuente principal: Köhler, G & Steinfartz, S (2006) A new subspecies of the fire salamander, Salamandra salamandra (LINNAEUS, 1758) from the Tendi valley, Asturias, Spain. Salmandra 42: 13-20)
5 Curiosidades sobre los anfibios de la península ibérica que seguro te van a sorprender.
Parece que solo las salamandras gigantes orientales (las más grandes), las ranas veneno de flecha (las más venenosas) o las ranas de la madera americanas (que pueden congelar hasta un 70% de su cuerpo) pueden capitalizar la atención de los medios de comunicación, las productoras de documentales o los grandes portales de internet.
Pero, acerca de curiosidades sobre los anfibios, ¿qué pasa con nuestra fauna peninsular? ¿Es que acaso nuestros anfibios no tienen curiosidades, rarezas o comportamientos tan asombrosos que merezcan un poco de atención y divulgación? Pues en bicheando.net prepárate hoy para conocer algunas interesantes curiosidades sobre nuestros anfibios que seguramente te den razones para seguir aprendiendo e informándote sobre ellos. Al menos esa es la intención.
Sin más preámbulos, vamos ya con nuestras 5 curiosidades sobre los anfibios de hoy:
1.- Hay tritones y salamandras que pueden regenerar partes de su cuerpo perdidas…
Varias especies de tritones y todas las salamandras comunes en la península ibérica tiene la capacidad de regenerar sus extremidades amputadas. Te cuento un poco como va esto, ok?
Las células de estas especies son capaces de reconstruir partes o miembros enteros perdidos. Esto tiene el nombre de epimorfosis, que es de forma sintética la capacidad celular de proliferar y regenerar estructuras de tejido dañadas.
Este vídeo en inglés lo explica todo al detalle, si quieres profundizar en este asombroso mecanismo biológico. Y si prefieres leer un gran artículo de regeneración de tejidos en el reino animal, te recomiendo encarecidamente éstedel fantástico blog All you need is biology.
2.- Hay una salamandra que pare crías vivas…
Los anfibios ibéricos se pueden reproducir de 3 formas distintas: son ovíparos, ovovivíparos o vivíparos.
Anfibios ovíparos: Se les denomina anfibios ovíparos a todos aquellos cuyas hembras ponen huevos, como lo son en general todos los tritones, ranas y sapos.
Anfibios ovovivíparos: La hembra fecunda los huevos fertilizados dentro de su cuerpo, los embriones están parcial o completamente desarrollados cuando son soltado en un medio acuático. Todas las subespecies de Salamandra en España lo son (también se las denomina larvíparas).
Anfibios vivíparos: Se llama vivíparo a todo aquel animal cuyo embrión se desarrolla, después de la fecundación, en unaestructura especializada dentro del vientre de la hembra, en donde recibirá el alimento y el oxígeno necesarios para formar sus órganos, para crecer y madurar hasta el momento del nacimiento.
Ojo que no hablo del viviparismo placentario de los mamíferos. Por si no lo sabías hay más tipos de viviparismo como en este caso, y se dan en anfibios, reptiles y peces.
Volviendo al título, existen varias poblaciones de salamandra común en el norte de España (S. s. bernardezi) vivíparas, es decir, las crías son alimentadas directamente con nutrientes procedentes de la madre hasta su nacimiento.
Salamandra común vivípara embarazada de la Sierra de Cuera (Asturias)
Estas poblaciones se encuentran en la Península Ibérica en el norte, en la cordillera cantábrica y en algunas islas aisladas de las Rias Bajas Gallegas.
El por qué es sencillo. Unas poblaciones han ido perdiendo medios acuáticos donde poder depositar sus larvas y han ido evolucionando para no depender de ella, ni siquiera para reproducirse y metamorfosearse.
Por otro lado, debido a las condiciones de aislamiento insular y falta de medios acuáticos permanentes, como es el caso de las poblaciones de algunas islas del suroeste gallego, han «aprendido» que tienen más oportunidades de éxito reproductivo si mantienen en su interior a las larvas hasta su completa transformación en adultos.
Salamandra vivípara de las Islas Cíes. Créditos: La voz de Galicia.
3.- El sapo partero cuida de sus crías durante semanas, en su espalda.
Alytes cisternasii macho portando su puesta.
En general, los anfibios ponen huevos en charcas, ríos, lagos, etc. o donde pillan, como el sapo corredor (epidalea calamita) pero hay una preciosa y esquiva especie que sapo partero (Alytes ssp.) cuyo macho no solo cuida de los huevos fertilizados sino que además los lleva consigo durante varias semanas, hasta encontrar la charca perfecta para que su descendencia pueda tener el mayor éxito posible.
4.- El Gallipato puede poner hasta 1.300 huevos
Pero solo 20 0 30 llegarán a comerse el turrón, por así decirlo. Además es muy curioso que los huevos y larvas nacidas de este enorme urodelo son minúsculos en proporción y comparación con su tamaño y otros anfibios.
*cópula de gallipatos (pleurodeles Waltl) y puesta de huevos por parte de una de las hembras. Vídeo realizado por el naturalista y herpetólogo Juan de la Fuente bajo permiso y estudio. Recuerda está totalmente prohibido capturar y mantener especies autóctonos en cautividad además de ser una estupidez, ya que puedes verles en su hábitat natural cuando quieras y disfrutar el campo, no?
Las larvas nacientes no llegan a medir más de unos milímetros en sus primeras semanas de vida, y lógicamente con depredadas por múltiples insectos acuáticos, como las larvas de las libélulas. Es una estrategia de reproducción que se basa en ser capaz de poner cientos o miles de huevos para que al menos unos pocos puedan llegar a la edad adulta.
5.- La ranita de San Antonio tiene ventosas en sus dedos.
La ranita de San Antonio (Hyla molleri, Hyla Meridionalis ) presenta unas terminaciones en la punta de los dedos en forma de disco adhesivas. Éstas ventosas están adaptadas a sus hábitos trepadores, que les permiten maniobrar fácilmente por la vegetación y mantenerse en zonas altas de juncos y zarzales, sobre las hojas que les aportan protección y camuflaje.
Pueden fácilmente escalar a lo spiderman por paredes lisas y verticales. Estas característica es única en la península ibérica, siendo una de las principales características que la diferencia de las ranas típicas, que carecen de estas ventosas y cuyas miembros están más adaptados al salto.
—-
Y estas 5 curiosidades sobre los anfibios solo son una minúscula parte de las asombrosas capacidades y comportamientos de los anfibios de la península ibérica. Hay muchas más que intentaremos ir explicando de forma coloquial en próximos artículos.
Como siempre, comparte libremente estas curiosidades sobre los anfibios y si quieres que incluyamos algún otro «super-poder anfibio» solo tienes que escribirnos a hola@bicheando.net